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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó el envío de 1.500 consejeros militares adicionales a Irak para entrenar a las fuerzas iraquíes y kurdas que combaten al grupo Estado Islámico, lo que aproximadamente duplica el número de tropas estadounidenses en el país, informó este viernes la Casa Blanca.
"Como parte de nuestra estrategia para fortalecer a nuestros aliados en el terreno, el presidente Obama autorizó hoy (viernes) el despliegue de hasta 1.500 integrantes del personal militar estadounidense", señaló el gobierno. Estas tropas no combatirán en el terreno y servirán "para entrenar, aconsejar y asistir las fuerzas de seguridad iraquíes, incluyendo las fuerzas kurdas", añadió.
Algunos de los consejeros se desplegarán en la provincia de Anbar (oeste), donde el ejército de Irak ha sido forzado a replegarse ante el avance de los yihadistas, dijo un funcionario de Defensa a la AFP bajo condición de anonimato.
El mismo funcionario informó de que algunos de los efectivos empezarán a viajar a Irak en las próximas semanas.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, recomendó a Obama realizar esta maniobra basándose en una petición del gobierno iraquí y con el asesoramiento del Comando Central estadounidense, que supervisa la ofensiva aérea contra el grupo extremista, informó el Pentágono.
Acusado de limpieza étnica y de crímenes contra la humanidad por la ONU, el grupo Estado Islámico aprovechó la guerra civil en Siria y la inestabilidad de Irak para hacerse con vastos territorios de ambos países, sembrando el terror a su paso.
Estados Unidos lanzó una campaña aérea de grandes dimensiones contra este grupo en Irak el 8 de agosto y otra en Siria el 23 de septiembre.
Sobre el terreno, un alto jefe de la policía iraquí y tres agentes murieron este viernes en un atentado suicida perpetrado con camión cargado con explosivos en la ciudad de Baiji, en el norte de Irak, anunciaron fuentes de los servicios de seguridad.
La explosión se saldó con la muerte del general Faisal Ahmed, así como la de otros tres policías y dejó otros seis uniformados heridos, en esta ciudad de la que las fuerzas de seguridad, junto con milicianos y miembros de tribus sunitas aliadas del gobierno, intentan recuperar el control, en manos del grupo Estado Islámico (EI) desde hace varios meses.
El kamikaze hizo explotar un camión cisterna junto a una barrera en el Al Sinai, una zona de la ciudad que, según los oficiales, se encontraba controlada por el ejército iraquí desde hacía más de una semana.
Otros tres terroristas suicidas que conducían camiones militares en el mismo área no lograron su objetivo, indicaron las mismas fuentes.
Lo ocurrido hoy pone en cuestión la versión según la cual las tropas iraquíes habían logrado expulsar al EI y recuperado la ciudad.
Baiji se encuentra en la carretera principal que une Tikrit y Mosul, dos ciudades en poder de los yihadistas desde su fulgurante ofensiva en junio, en la que se adueñaron de vastos territorios de Irak, así como de Siria.