El deporte es algo así como las peleas de gladiadores del siglo XXI. Acogido bajo un lema mucho más moderno y menos peligroso, la de la competitividad sana y la superación personal, mueve a millones de personas en todo el mundo cada año. Se puede practicar, pero también se puede disfrutar en la televisión de casa, en el bar con los amigos, o en vivo y en directo. Tenis, baloncesto, voleibol, badmington, natación sincronizada, patinaje artístico... ¡Hay donde elegir! Sin embargo, el rey indiscutible sigue siendo el fútbol. Lo es, en parte, porque es algo más que un entretenimiento. Es cultura popular. Por eso, mucha gente que no suele ver fútbol se deja contagiar por el espíritu de las grandes competiciones, como los mundiales.

Es en este contexto en el que, no hace mucho, ha nacido el negocio de las apuestas de fútbol. Si quieres, y no te conformas solo con predecir para ti mismo o para tus acompañantes el resultado de un partido, siempre puedes buscar en internet una web de apuestas deportivas y añadir cierta tensión divertida poniendo en juego tu propio dinero. Si pierdes, qué se le va a hacer; y si ganas... ¡Más dinero para ti! Lo cierto es que el funcionamiento no es diferente a cualquier otra apuesta que se haya hecho anteriormente. Lo que cambia, claro está, es el sistema, mucho más rápido, más inmediato y más cómodo al ser todo online.

En cierto modo, podemos incluirlo en la categoría de juegos de casino aunque apostar virtualmente no se haga en el entorno de un casino en sí. Lo que quiero decir con esto es que son juegos de azar; y el azar, en cierto modo, es la sal de la vida. Como todo, hay que hacerlo con cabeza y con moderación, y por eso yo recomiendo seleccionar bien los partidos de fútbol sobre los que quieras apostar. Si quieres mi consejo, lo mejor es que lo hagas siempre con un partido entre dos equipos que conozcas bien, con jugadores con cuyas habilidades estés familiarizado y cuya trayectoria hayas seguido. ¡Lo demás es fácil!