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Su padre le habían prohibido seguir con sus clases de bailes y presentarse a concurso
En India, una niña de 11 años llamada Neha Sawant apareció ahorcada con su propio pañuelo en su habitación, en la localidad de Bombay cuando se encontraba sola en la casa.
La niña tomaba clases de baile y según su entrenador tenía un talento inmenso. Formaba parte de un grupo musical infantil llamado Dream Makers. Se había presentado en dos oportunidades a sendos concursos infantiles televisivos.
Tomaba parte en representaciones escolares y se preparaba para presentarse a un nuevo concurso en la televisión india donde tienen una amplia repercusión de público especialmente si en ellos actúan niños. Soñaba con ser una estrella precoz.
Su padre le prohibió en marzo del año pasado seguir tomando clases de baile y presentarse a dicho concurso aduciendo que eso le restaba tiempo a sus estudios. Según él su hija había aceptado la prohibición.
Se ha abierto un amplio debate en India a raíz de este suceso.
La pregunta clave es si se debe permitir a niños pequeños exponerse a un reto tan importante como supone presentarse a un concurso.
Me gusta ver el talento de los niños. Me gusta y me impresiona, pero como médica pediatra no creo que sea lo más aconsejable.
Permitirles trabajar en un programa televisivo, si al niño le gusta, y siempre y cuando lo tome como un entretenimiento y no un trabajo, no me parece perjudicial. Pero la tensión a la que lleva este tipo de concursos no creo que sea beneficiosa para un niño.
Ni siquiera para el que gana. Y es uno solo. Todos los demás se quedan atrás.