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Un militar británico que lleva 3 años en la cárcel por ejecutar a un talibán herido en Afganistán vio rechazado este miércoles su demanda de salir en libertad condicional mientras se revisa su caso.
Alexander Blackman, de 42 años, fue condenado a cadena perpetua con un mínimo de 10 años en la cárcel, en una historia que fascina y divide al Reino Unido y que tiene dimensiones teatrales, porque ejecutó a su víctima recitando a Shakespeare.
Blackman se convirtió en el primer soldado de Su Majestad condenado por asesinato en el campo de batalla desde la Segunda Guerra Mundial y espera que su apelación rebaje el delito a homicidio involuntario, y no asesinato.
De momento, sin embargo, el juez rechazó concederle la libertad bajo fianza para que pase la Navidad en casa, entre el desencanto de su esposa y varios veteranos que acudieron a la vista.
"Estoy triste, es un buen muchacho", dijo a AFP un hombre que dijo haber combatido junto a Blackman en Irak, en 2003.
El militar de 42 años presentaba un historial impecable hasta el día fatal del 15 de septiembre de 2011.
Esa tarde, en la provincia afgana del Helmand, mató a quemarropa a un insurgente talibán gravemente herido en el ataque a un helicóptero Apache.
"Despójate de esta envoltura mortal, imbécil", declamó el sargento, citando a Shakespeare, antes de disparar su pistola 9 mm, según las imágenes grabadas por una cámara colocada en el casco de otro soldado.
El sargento se dirigió luego hacia sus hombres y les dijo: "Evidentemente, esto queda entre nosotros, muchachos. Acabo de violar la Convención de Ginebra" sobre el tratamiento de presos de guerra.