El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió a su gobierno que actúe con responsabilidad y mantenga la cabeza fría frente a la creciente tensión dentro y alrededor de la Franja de Gaza.

"La experiencia nos ha demostrado que en momentos como este debemos actuar de forma responsable y con la cabeza fría para abstenernos de declaraciones duras e impetuosas", declaró Netanyahu a sus ministros, que están divididos sobre la forma en la que se debe responder al lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel. Sin embargo prometió "hacer lo necesario para alcanzar la paz y la seguridad" en el sur de Israel.

Desde la Franja de Gaza se lanzaron el sábado alrededor de 15 cohetes y morteros contra la capital de Neguev, Bersheeva, que fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles Iron Dome, según el ejército.

Como represalia, el ejército aseguró haber realizado 10 ataques contra el sur y el centro del enclave palestino, que no dejaron heridos, según fuentes de seguridad palestinas.

Desde el inicio de la ola de violencia el 12 de junio han caído en Israel 135 proyectiles, según el ejército. En el mismo periodo los ataques aéreos de Israel han dejado tres muertos en la Franja de Gaza.

El ministro de economía de Israel, Naftali Bennet, líder del partido de ultraderecha Hogar Judío, pidió una respuesta armada contra Gaza, gobernada por el grupo islamista Hamas, grupo al que Israel acusa del secuestro y asesinato de tres adolescentes. "La inacción ante los cohetes lanzados contra mujeres y niños no es una buena política", dijo Bennet según la prensa israelí. "Debemos responder a los ataques de Beersheva como si hubieran sido contra Tel Aviv. El mensaje tiene que ser claro: cero misiles contra las ciudades israelíes", añadió.

El ministro de Exteriores, Avigdor Liebermann, que pidió que se ocupara completamente la Franja de Gaza, también quiere que Israel incremente los ataques contra el territorio. "Tenemos que destruir las infraestructuras de los terroristas y las fábricas de producción de misiles", dijo.

La ministra de Justicia, Tzipi Livni, lanzó una reprimenda contra estas declaraciones. "Israel no permitirá que los extremistas y los malhumorados dicten el tono, incluso los ministros del gobierno tienen que saber que las declaraciones públicas incendiarias no sustituyen el pensamiento razonado", sentenció.