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En el contexto de una economía de mercado, la negociación juega un rol fundamental como mecanismo para acordar los precios. Todos los días las empresas negocian con proveedores y clientes el precio de bienes y servicios
Este proceso va a depender de sus necesidades y del poder adquisitivo que estos posean para satisfacerlas. En otras palabras, va a depender de cuánto estarían dispuestos a pagar por determinado bien o servicio.
Lo anterior está enmarcado dentro del contexto de lo que se conoce en la teoría económica como la Ley de la Oferta y la Demanda.
En líneas generales, esta ley establece que, mientras más unidades de un bien o servicio se oferten en el mercado, su precio tenderá a la baja. Por el contrario, mientras más escaso sea ese bien o servicio, más elevado será su precio.
Existe otro postulado económico que va de la mano con el anterior. Este hace referencia a cuán necesarios son dichos bienes para las personas y, por lo tanto, qué tan dispuestos estarían a pagar un elevado precio por ellos. Se conoce como la elasticidad de la demanda.
Esta dinámica de creación de precios ha permitido el establecimiento de diversas estructuras de mercado.
Por mencionar algunas, podemos citar los mercados de competencia perfecta. Esta situación se da, cuando un bien o servicio es producido por muchas empresas al mismo tiempo. Y, a la vez, muchos consumidores también lo demandan.
Un aspecto clave de este tipo de mercados, es que ningún actor por sí solo, tiene tanto poder de negociación como para hacer subir o bajar los precios.
En efecto, si una empresa sube el precio de su producto, los consumidores compraran a la competencia.
En contraparte, si un consumidor exige un precio más bajo, las empresas podrán vender su producto a otros clientes porque estos últimos sí estarían dispuestos a pagar dicho precio.
De esta manera, se crea un precio de equilibrio aceptable tanto para las empresas, como para los consumidores.
La descrita es una situación idealista que poco se da en la realidad, pero que representa la máxima eficiencia a la que se puede llegar dentro del contexto de una economía de mercado.
Otra de las estructuras de mercado importante de mencionar, son los monopolios. La misma tiene lugar cuando una empresa tiene la exclusividad de explotar la producción de determinando producto. Es decir, que no tiene competidores.
En consecuencia, su poder de negociación sobre el precio de sus productos es total. En otras palabras, puede exigir elevados precios por sus productos y los consumidores estarían dispuestos a pagarlo.
Por último tenemos los oligopolios. Hablamos de competencia oligopólica, cuando pocas empresas tienen control total sobre la producción de un bien o servicio. Y al mismo tiempo, existe una gran cantidad de compradores.
Lamentablemente, existen estructuras de mercado en las que las empresas, haciendo uso de prácticas poco éticas, se ponen de acuerdo para hacer subir los precios. Este tipo de prácticas de llama colusión.
Su propósito es eliminar competidores y poner barreras de entrada para nuevas empresas al mercado. De esta manera dichas empresas conservan su cuota de mercado y con ello garantizan altos beneficios.