La NASA ha finalizado sus pruebas en el desierto de Arizona, con el objeto de probar el funcionamiento de dos prototipos de vehículos lunares.

Los estudios, realizados durante dos semanas, son llamados Desert RATS (Research and Technology Studies) y sirven para evaluar distintas tecnologías y desarrollar distintos procedimientos en ambientes considerados como extremos. Se realizan cada año y en este último simularon una misión de 14 días.

Durante este período de tiempo los encargados de la misión, un astronauta y un geólogo, convivieron a bordo de un vehículo especialmente diseñado para la superficie lunar (el Lunar Electric Rover). Para hacer más realista la “misión”, ambos utilizaron trajes espaciales en sus salidas al exterior para recoger muestras geológicas.

Si bien estas pruebas simularon una misión en la Luna (la que difícilmente se lleve a cabo), los resultados obtenidos servirán para preparar futuras misiones a otros planetas.