El fabricante de automóviles General Motors (GM) pagará 900 millones de dólares para sellar un acuerdo judicial por su fracaso en resolver los problemas en los automóviles con fallos en su sistema de encendido y que provocaron más de 100 víctimas, anunció este jueves el Departamento de Justicia.

Paralelamente, GM anunció una carga de 575 millones de dólares en sus cuentas del tercer trimestre debido al acuerdo judicial. La mayor empresa estadounidense del sector aceptó el acuerdo como forma de cerrar un proceso que investigaba por qué GM no tomó medidas para resolver el problema a pesar de conocer la existencia de esos fallos durante más de una década.

El Gobierno acusó a GM de fraude, además de ocultar el defecto en los automóviles a las entidades reguladoras. El acuerdo estipula el abandono por parte del Gobierno del proceso a cambio de la multa y el nombramiento de un monitor independiente en la compañía.

"GM admite que falló en revelar a los reguladores y al público un defecto de seguridad potencialmente letal que hizo que los airbags no se desplegaran en algunos modelos y que engañó a los consumidores sobre la seguridad de los automóviles afectados por ese problema", apuntaron los fiscales en una carta a Anton Valukas, quien condujo la investigación.

GM inició la llamada a talleres a unos 2, 6 millones de vehículos en febrero de 2014, después de años de evitar admitir el crítico problema.

Los dispositivos con problemas hacían que la ignición de los modelos desactivaran el control, y con ello los airbags y otras funciones de los vehículos quedaban desactivados aunque los automóviles seguían en movimiento.

El defecto fue relacionado con unas 124 muertes confirmadas y alrededor de 275 casos de heridas graves.