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Los caminos de la ciencia son inescrutables incluso removiendo el pasado, a diferencia de las verdades inamovibles de la fe religiosa que son inmutables y eternas
Pocos son los que saben que los romanos descubrieron las propiedades de la orina para su uso industrial antes de la era común y que esta era utilizada en la curtiembre de pieles y en las lavanderías para el blanqueo de las togas, debido a su alto contenido de amoníaco, razón por la cual existían recolectores de orina en todas las letrinas públicas.
Su valor llegó a ser tan importante que dio pie a la famosa frase del emperador Vespasiano “Pecunia non olet” (el dinero no huele) como respuesta al disgusto de su hijo Tito Flavio, cuando estableció un impuesto a su recolección.
Es cierto que la ciencia no está al alcance de todos y lo es porque los sistemas de enseñanza poco o nada se han preocupado de divulgar las ciencias desde los orígenes de la religión a fin de evitar que el conocimiento científico diera muerte a la fe religiosa dominada por los sacerdotes al servicio de sus reyes y gobernantes.
Lo que no es cierto son las especulaciones y las suposiciones populares que son alentadas por el oscurantismo y que llevan a la confusión y el caos del conocimiento dando la razón a quienes creen en verdades inmutables.
Hace años se especulaba con un famoso motor de agua que sería la panacea y la solución energética a todas las necesidades de la humanidad, pero lo cierto es que eso era una falacia especulativa, hasta que la ciencia lograra descubrir otras muchas cosas, entre ellas el uso del hidrógeno como combustible seguro y barato, pero en principio no para los automóviles, sino como energía no contaminante y renovable.
Pero miren ustedes por donde los romanos ya fueron precursores en este asunto, pues se trata de obtener hidrógeno a partir del amoníaco (NH3).
Sin embargo el plan europeo de hidrógeno verde se basa en la obtención de hidrógeno a partir del agua (H2O) lo cual es una sustancial diferencia, ya que el amoníaco posee 3 partes de hidrógeno y el agua 2.
Así las cosas al ser el amoníaco es más rico en hidrógeno que el agua, el plan europeo parece estar condenado a su reconsideración en el corto y el medio plazo.
Gastamos poco en ciencia y eso nos ha llevado a ir a remolque de los países que más invierten en ciencia y en enseñanza científico-técnica.
El hidrógeno es el elemento más abundante del Universo, constituye el 75% de la materia visible, puede producirse en cualquier sitio en el que haya electricidad y agua; con él se puede generar electricidad calor y se puede producir, almacenar, transportar y utilizar sin emisión de CO2.
Transporta tres veces más energía por unidad de peso que la gasolina y tiene una eficiencia del 60% con una pila de combustible, puede quemarse a una temperatura similar al gas natural y se puede bombear a velocidad parecida a los combustibles líquidos.
El Hidrógeno Verde marcará la geopolítica de los próximos años
Pero el hidrógeno no existe de forma aislada en la naturaleza sino que se genera a partir de otras sustancias que lo contienen, entre ellas, el agua, el carbón o el gas natural, por lo que no es una fuente primaria de energía, sino un vector energético (no se puede usar de forma directa de la naturaleza).
Su almacenamiento requiere comprimirlo a 700 veces la presión atmosférica o enfriarlo a 253 grados bajo cero; cuando lo almacenas o lo transportas puede fragilizar (debilitar) el metal del tanque de almacenamiento; se escapa fácilmente por las más pequeñas fugas y es inflamable.
En cambio el amoniaco (NH3) que se produce con electricidad, agua y aire es poco inflamable, tiene una densidad de energía por volumen mayor que el hidrógeno y es más fácil de almacenar (se puede obtener líquido a una presión 11, 72 bar o 33 grados bajo cero) y transportar, aunque es altamente tóxico. Luego resulta más barato y seguro para su transporte y almacenamiento.
Sin embargo la actual producción de hidrógeno a partir del amoníaco es lenta y requiere de mucha energía, a la espera de nuevos métodos más económicos.
El hidrógeno gris se produce usando el gas (combustible fósil, no renovable) el hidrógeno verde se produce mediante energías renovables, es decir eólica y paneles solares.
China es el primer productor mundial de hidrógeno con 33 millones de toneladas al año, lo cual le convierte en el país con más posibilidades de desarrollo del Hidrógeno Verde, sobre todo por su tecnología, que es capaz de producirlo a partir del agua del mar.
El asunto en occidente, como siempre está en manos de los gobiernos que a su vez están en manos de las multinacionales que son a su vez las que están montando el negocio del Hidrógeno Verde.
Ya existen aviones y trenes que usan el hidrógeno como combustible y ya están en marcha algunos trabajos experimentales para la obtención de Hidrógeno Verde a partir del amoníaco con resultados muy alentadores.
Con el tiempo, China llegará fabricar plantas portátiles para la producción de hidrógeno verde en los países subdesarrollados, tiempo al tiempo.
Si tenemos en cuenta que la cantidad de amoníaco que producen los humanos al año es similar a la que produce la naturaleza, nos daremos cuenta de la importancia de lo que estamos tratando.
Así que volviendo a Vespasiano y a la vieja Roma, lo mejor que podemos hacer es preparar los urinarios para que viertan su preciado líquido a la red municipal de orines.
Es más, en un futuro no lejano, con un poco de suerte nos pagarán por mear, mientras tanto el Hidrógeno Verde a partir del agua y el amoníaco ya está en marcha.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro