Ir a París sin caminar por Montmartre es como ir a New York sin tomar en cuenta el Empire State, no tanto por ser un icono de la ciudad, más bien por como se modifica el oxigeno para convertirlo en aire de New York o en nuestro caso concreto, en aire de París. Eso, en ningún otro lugar de París el aire es tan parisino como en Montmartre.

El barrio de Montmartre esta ubicado al norte de los emblemas más recordados de París (el Museo du Louvre, la Catedral de Notre Dame, el rio Sena), y a un costado de la Basílica del Sacré Cœur haciendo frontera imaginaria con el Moulin Rouge.

Este lugar de París se encuentra en una colina desde donde se pueden observar las mejores vistas de la ciudad. También es indispensable dejarse llevar, caminar por sus calles sin rumbo y salirse del itinerario “oficial” de los oficiales turistas

Montmarte destino imprescindible en la visita a Paris

. Si tienes suerte puedes terminar en el Café o en la frutería de Amelie. Empapado con la magia en vivo que es sentirse dentro de una película de Jean-Pierre Jeunet.

No puedes dejar de comprar unos 200 gramos de cerezas en cualquier puesto de la calle para comerlos a medida que subes cuesta arriba buscando más aire. Tampoco puedes dejar de probar las mejores pizzas del mundo en el restaurant Pepone Cafe de la calle Lepic (10, Rue Lepic, 75018, París). Pide media botella de vino tinto, 1 pizza, prepárate a ver al cocinero de pizzas más apasionado de la historia y siéntate cómodo a comer mientras ves en diagonal a los turistas que visitan emocionados el Café des 2 Moleins.

Si lo tuyo no es el aire romántico y quieres experiencias más fuertes, igual el lugar es para ti. El boulevard de Clichy está lleno de los “mejores” lugares de Striptease de la ciudad, y de los más completos sex shops que puedas imaginar. Este detalle en algunas otras ciudades puede ser escabroso o dañar un barrio, en París no. Es algo más en el ambiente. Cuentan que el primer striptease completo en el mundo fue en un cabaret de este barrio, y las autoridades lo prohibieron y entonces los estudiantes protestaron por la libertad de poder desnudarse en publico. Probablemente la mejor revolución de la historia.

Así que no se puede visitar Paris sin callejear por esta colina emblemática de la ciudad de la luz.