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Muchas veces creemos lo que los medios nos dicen sobre las cosas, pero la verdad es que las cosas son como son y no como las multinacionales quieren que sean
Los Seres Humanos no usamos sólo el 10% del cerebro. El mito se debe al descubrimiento de las células gliales, que unen al resto de las neuronas y se encuentran en proporción de 1 cada 10. Si eso tuviera algún sentido, las moscas serían más inteligentes que Einstein, porque tienen 10 células gliales por cada neurona. En realidad, usamos el 100% del cerebro, pero nunca al mismo tiempo porque se nos pararían los pelos (otra vez me viene la imagen de Einstein a la cabeza).
Los sabores y la lengua
Contrariamente a eso que te enseñaron de que hay una parte de la lengua para lo amargo, otra para lo salado, etc., los diferentes sabores pueden ser detectados en cualquier parte de la lengua, aunque hay algunas zonas ligeramente más sensibles a determinados sabores, las cuales varían de una persona a otra. El famoso "mapa de la lengua" está basado en una desafortunada traducción de un estudio alemán poco serio, de 1901, realizada por psicólogo de Hardvard. Tanto se arraigó esta creencia que algunos la seguimos creyendo aún sabiendo que no es así.
El cabello dañado
No hay cura para las puntas secas y dañadas (florecidas) del cabello. A pesar de que muchos productos aseguran poder revertir el proceso, una vez que la punta se rompe, no es capaz de volver a crecer sana (de hecho, no crece de ninguna manera, porque el pelo no tiene vida, es una secreción). Lo que hacen los shampooes y acondicionadores es suavizar las puntas con moléculas que se enganchan y rellenan los huecos de las puntas=maquillaje. Científicamente hablando, la única cura es un buen peluquero.
El pelo, las uñas y la muerte
El cabello y las uñas no continúan creciendo después de la muerte de un persona. Como lo dicta el sentido común, cuando se muere no crece más. Por el contrario, lo que en realidad ocurre es que la piel comienza a secarse, incrementa su volumen y empuja hacia afuera la base de de los pelos y de las uñas, creando la ilusión de que crecen. Además, afeitarse o cortarse el pelo no causa que el pelo crezca más grueso. Lo que ocurre es que el pelo que nunca ha sido cortado tiene una punta fina y suave, y después del corte la tiene gruesa y filosa.
El frío y el resfrío
No hay absolutamente ninguna evidencia de que los resfriados sean producidos por el frío. Paradojicamente, se cree que están relacionados con que en invierno pasamos más tiempo dentro de lugares cerrados, escapando del frío, y en consecuencia nos exponemos mucho más al contagio por proximidad a otras personas, ya que el resfrío lo produce un virus, no la temperatura. Qué loco, ¿no? Una vez contagiados, el frío puede ayudar al virus ya que a los mocos les gusta salirse para ver el clima y no cumplen bien con su función inmunológica.
Los monitores y la vista
No hay un explicación concluyente para la miopía: los estudios que demuestran cansancio ocular por exposición prolongada y cercana a la PC o TV no concluyen que causen miopía, ni tampoco hay evidencia de que leer con poca luz deteriore la vista. Mirar mucho tiempo a un mismo punto fijo, sin embargo, puede marcar la retina momentáneamente (como al mirar al Sol), pero no se sabe que produzca daños permanentes. En contraste, mirar Cibermitanios por cinco minutos puede ocasionar que tu cerebro aprenda cosas
Mitos sobre la Astronomia
Si todo el mundo te dice que el agua es incolora, ¿por qué no vas a creerlo? Pero, la verdad es que el agua es azul. Esta y otras "verdades populares" vamos a repasar en esta mini-serie sobre equivocaciones, malentendidos frecuentes o simples mentiras. Comenzaremos por las falacias relacionadas con la Astronomía, por si algún día nos toca charlar con E.T. (o con un astrónomo, también es posible)...
La Muralla China vista desde la Luna
Se dice que la Muralla china es la única construcción humana que puede verse desde la Luna, pero no es así. Apenas saliendo de la atmósfera terrestre (a 185km de altura), pueden verse multitud de construcciones, incluyendo autopistas, edificios, barcos, etc., pero desde la Luna es imposible ver la Gran muralla, que tan sólo tiene 3 metros de espesor, es casi del mismo color que el suelo y está a 384.393km de la Luna, por lo que se necesitaría una telescopio que aumente 17.000 veces y una visión humana perfecta.
El lado oscuro de la Luna
No hay un "lado oscuro de la Luna", hablando de iluminación. Cada parte del satélite recibe luz solar casi la mitad del tiempo. Sí hay un "lado lejano de la Luna", aquél que nunca es visible desde la Tierra, pero es prácticamente igual al otro. Esta cara oculta, sin embargo, tiene dos diferencias fundamentales: primero, posee más cráteres, debido a que la Tierra no la protege de los meteoritos, y, segundo, todos sus accidentes geográficos tienen nombres rusos, gracias a la sonda soviética Luna 3, que la observó por primera vez en 1959.
La temperatura de los meteoritos
Cuando un meteorito cae a la Tierra, no está al rojo vivo, como se cree; de hecho, muchos llegan al suelo completamente congelados. Esto es porque en el espacio hay -273ºC de temperatura, más o menos (no, menos no). La fricción contra la atmósfera terrestre calienta y disuelve las capas exteriores del meteoro, pero no llega a calentar el centro debido a que la roca no es buena conductora del calor, y a medida que se acerca al piso, la atmósfera se hace más densa y lo frena lo suficiente como para vuelva a enfriar su superficie.
La estrella más brillante del cielo nocturno
La Estrella Polar no es la más brillante del cielo, como se cita siempre en las películas cursis. El importante honor corresponde a Sirius, que brilla casi el doble, pero que no tiene la gracia de estar tan cerca del Polo Norte Celestial. Y aunque lo fuera, otro hecho importante se ignora: la Estrella Polar no es una estrella, son varias que se van turnando para ocupar el privilegiado lugar. Hoy le toca a Polaris, que comenzará a alejarse del polo en el año 2100 y no volverá al puesto hasta 25.000 años después.
La causa de las estaciones del año
Las 4 estaciones no son causadas por la proximidad de la Tierra con el Sol (las de Vivaldi, tal vez). En realidad son producto de la inclinación de nuestro planeta: al contrario de lo que dice el mito, durante el verano la Tierra se encuentra en el punto más alejado del Sol, pero el hemisferio en el que vivimos apunta hacia él, por lo que recibe más luz y calor; en invierno, apunta para el otro lado. Por eso los trópicos no tienen tanta diferencia entre estaciones, porque siempre miran más o menos hacia el mismo lado.
Las fases de la Luna y la sombra de la Tierra
Algunos creen que las fases de la Luna están causadas por la sombra de la Tierra sobre ella. Las fases se deben, en realidad, a que vemos la parte iluminada por el Sol desde diferentes ángulos, de acuerdo al punto de su órbita terrestre en que se encuentre. El único momento en que la Tierra proyecta su sombra contra el satélite es durante los eclipses lunares. La órbita de la Luna está inclinada tan sólo 5º, lo suficiente como para evitar tener un eclipse de Luna y uno de Sol todos los meses.
La temperatura del espacio
El espacio no es frío, a pesar de lo que dije más arriba. Una cosa es el espacio y otra es la materia que hay en él. En el espacio no hay nada, y la nada no se puede enfriar o calentar, no tiene temperatura. Las pocas partículas de materia que hay dispersas entre el espacio pueden variar desde el cero absoluto hasta miles de grados centígrados. Así que, una persona que abre accidentalmente la puerta de su nave espacial no se congelaría instantáneamente, como en las películas, si no que conservaría su temperatura (hasta que muera horriblemente).
Mitos sobre la Fisica
Se trata esta vez de equivocaciones comunes que surgen por desconocimiento de las leyes de la física. En algunos casos pueden ser útiles para simplificar conceptos complicados, como la idea de "corriente eléctrica", pero en otros casos simplemente son errores que se transmiten de boca en boca y sin cerebros de por medio, como la idea de que el agua es transparente...
La corriente eléctrica
Muchos libros dicen que los electrones dentro de un cable se mueven a la velocidad de la luz, pero lo cierto es que apenas se desplazan unos centímetros por hora (más lentamente que un caracol). Es la energía que contienen la que viaja casi a la velocidad de la luz. Eso es en el caso de la corriente continua (la de las pilas); en la corriente alterna (la de tu casa), la dirección en que viajan los electrones cambia 50 veces por segundo, por lo que los electrones se mantienen siempre en el mismo lugar. Algo similar pasa con el sonido: las moléculas del aire transmiten su energía a las contiguas (si no, los parlantes emitirían viento en lugar de música).
El color del agua
El color azul de los océanos y lagos no se debe al reflejo del cielo, si no a que el agua es azul. Como casi cualquier cuerpo, el agua absorbe ciertos colores y rechaza otros, siendo estos últimos los que nosotros vemos. En este caso, el cuerpo absorbe mucho más rojo que azul. Incluso el agua contenida en un vaso es azul, pero tiene tan poca densidad que no lo diferenciamos; se necesitan grandes cantidades de agua para notar su color. Por algo este es el planeta azul. Así que, el agua es azul, no incolora (excepto en ciertas ciudades balnearias, donde su color proviene de lugares que no querrías imaginar jamás).
El color del cielo
Y tampoco el cielo es azul porque refleje el color el agua. El cielo no refleja nada, no es un espejo. Por ahí dicen que el cielo es azul por las partículas de agua suspendidas en el aire, pero eso tampoco es cierto. El cielo parece azul por el color del aire varía de acuerdo al ángulo en que le den los rayos solares. Por eso, al atardecer el Sol se ve rojizo, porque sus rayos inciden de costado en la atmósfera y a la luz azul se le hace más difícil pasar, y el aire desvía hacia el espacio las ondas luminosas que durante el día dejaba entrar. Esto no significa que el aire sea azul durante el día y rojo durante la tarde, si no simplemente que el color rojo tiene más fuerza. Cuanto más rojizo vemos el cielo, más azul se ve desde el espacio (porque las ondas azules son más rechazadas).
Los astronautas y la ingravidez
Los astronautas en órbita a la Tierra no experimentan "gravedad cero". De hecho, a esa altura la gravedad es del 85% del total de la gravedad presente en la superficie terrestre, lo cual sigue siendo un número tan alto que probablemente no se note la diferencia. Entonces, ¿por qué flotan? Lo que les ocurre es conocido como "microgravedad", un estado en el cual la única fuerza que actúa sobre un cuerpo es la gravedad (no hay fricción), una especie de caída libre perpetua. Dicho de otra manera: los astronautas están cayendo junto con la nave, y ésta junto con la Tierra, y al no haber objetos estáticos de referencia parece que estuvieran suspendidos. Lo que siente un astronauta es lo mismo que alguien que cae desde un edificio de un trillón de pisos, sólo que sin viento.
Los espejos y el reflejo
No es cierto que los espejos inviertan la imagen de derecha a izquierda. De hecho, lo hacen de atrás hacia adelante. El problema es que vemos desde dentro de nuestra cabeza, y lo que nos muestra el espejo en realidad es exactamente lo que se vería desde detrás nuestro si la cabeza fuera transparente. Imaginalo. Cuando vemos nuestra cara y parece que estuviera dada vuelta, lo que está invirtiendo la imagen es nuestra propia vista. Si pudieras sacarte la cabeza y llevarla hacia adelante sin que tus ojos se movieran de donde están, lo entenderías mejor. Una explicación muy completa puede leerse en este artículo (recomendado).
Mitos sobre la Biologia
Mitos y conceptos erróneos en el saber popular. En este caso, la categoría es "Biología", dentro de la cual no entra el color del agua. En cambio, tendrá en cuenta varias cosas que nos enseñaron en la escuela de una manera sumamente simplificada, al punto en que terminamos creyendo que las plantas transforman el CO2 en Oxígeno, cuando en realidad no es exactamente así...
Los koalas
Los Koalas no son osos (mucho menos monos), ni siquiera son mamíferos placentarios, son marsupiales, razón por la cual están mucho más cerca de los canguros que de los osos. También son los únicos mamíferos que sólo comen hojas y no beben agua ("koala" significa "ninguna bebida". Poseen pulgares opuestos, dos hacia un lado y tres hacia el otro. Y tampoco son tan tiernos como parecen: emiten un ruido espantoso, aunque no son peligrosos para el hombre.
Los murciélagos
Los murciélagos no son ciegos. A pesar de que pueden ver a través de su radar de ultrasonido, también poseen ojos funcionales, que, aunque son pobres, les permiten ver lo suficiente como para cazar y volar guiados por la vista. Aunque demasiada luz los puede desorientar momentáneamente. Por otro lado, hay unas mil especies de murciélagos, de las cuales sólo un 1% se alimenta de sangre (generalmente de aves). La dieta del resto va desde insectos hasta frutas, pasando por peces y flores (se alimentan del néctar).
El eco de los patos
La idea de que el "cuac" de un pato no produce eco es ridícula. Lo que ocurre es que el oído humano no puede oír el eco en determinadas circunstancias, pero todos los sonidos lo producen, incluso los de frecuencias no audibles para nosotros. En el caso de los patos, su graznido tiene propiedades acústicas muy similares a la de su eco, por lo que ambos sonidos se superponen, dificultando su apreciación.
El suicidio de los Lemmings
Existe la creencia de que los Lemming (o Lemmini) se suicidan en masa saltando desde acantilados cuando emigran. La imagen proviene de la película de Disney White Wilderness, en donde en realidad los fotógrafos los empujaron a propósito (probablemente también mataron a la madre de Bambi). Es posible que se haya tratado de una macabra metáfora sobre lo cortas que son sus vidas y a su necesidad imperiosa de emigrar rápidamente, lo que a veces puede llevarlos a algún que otro acantilado.
La reproducción de los gusanos
Los gusanos de tierra no se transforman en dos gusanos cuando se los corta a la mitad. Sin embargo, una de las mitades (la que tiene la boca) puede sobrevivir si no se daña ningún órgano. La otra mitad muere de hambre. Pero otras especies de gusanos parásitos pueden efectivamente dividirse en dos o más y seguir vivos, porque no tienen cabeza, aparato circulatorio ni respiratorio. A pesar de eso, poseen el aparato reproductor más complejo del reino animal, que le permite reproducirse por regeneración (a partir de una centésima parte del cuerpo) y de otras varias formas.
La fotosíntesis y el Oxígeno
Las plantas no transforman el dióxido de Carbono en Oxígeno (CO2). El proceso es más complicado: las plantas son unas máquinas increíblemente precisas que absorben la energía de la luz y la almacenan en unas moléculas especiales. Estas moléculas energizadas capturan el CO2 para producir hidratos de carbono (alimento) y extraen electrones del agua para obtener energía, produciendo una corriente eléctrica que pasa por el agua y libera su oxígeno al aire, como residuo. Así que, lo que transforman en Oxígeno es el agua, no el CO2.
Mitos sobre la Evolucion
Sigamos destruyendo ignorancias, en este caso en lo relativo a una de las teorías más malinterpretadas del mundo, y aún así una de las más maravillosas. No es de extrañar que haya tantos mitos alrededor de la evolución de las especies, no se trata de algo tan simple como decir "el hombre desciende del mono" (cosa que tampoco es cierta). Lo fundamental es entender lo que la evolución no es...
La evolución y el origen de la vida
Contrariamente a lo que se cree (y que ocasiona la ira de los creacionistas y fanáticos religiosos), la teoría de la evolución no intenta explicar el origen de la vida. Nada que ver. La teoría describe los cambios genéticos ocurridos en las especies de organismos biológicos a través del tiempo, organismos que ya estaban vivos. Es irrelevante para la teoría de la evolución de dónde salieron esos organismos, por lo que, en principio, la gente es libre de "creer" en que las especies evolucionan y en que Dios las creó para tal fin.
Hechos y teorías
La palabra "teoría" en la frase "teoría de la evolución" no implica que la evolución pueda no ser cierta o que es sólo una suposición, como generalmente se argumenta. En realidad, la evolución de las especies es un hecho innegable. La "teoría" que habla sobre la evolución no es la evolución en sí misma: es un conjunto de observaciones y deducciones de los principios naturales sobre los que realmente funciona la evolución. Si la teoría fuera incorrecta, la evolución seguiría funcionando sin importarle un pepino lo que pensemos de ella.
El hombre y el mono
Según la Teoría de la evolución, la humanidad no desciende de los monos, simios, chimpancés o cualquier otro tipo de primate. En cambio, tanto los primates como los Seres Humanos comparten un ancestro en común que vivió hace unos 7 millones años, pero que ya no existe. A partir de ahí, cada especie evolucionó (cambió) de forma muy diferente, así como dos hermanos salidos de la misma madre pueden ser completamente distintos (especialmente si uno vive sobre un árbol comiendo bananas).
Hacia dónde vamos
La evolución no es una escalera que va de lo bajo a lo alto, de lo simple a lo complejo, de lo imperfecto a lo perfecto o de lo primitivo a lo superior, ni requiere que los organismos se hagan más complejos. La evolución no tiene dirección o misión más que la de perpetuar la vida. De hecho, algunas especies pueden evolucionar en especies más simples y con genomas más reducidos. Y si le conviene a la evolución, no hay razón para que el Hombre no pueda perder un brazo o desarrollar una cola de nuevo.
Evolución y superviviencia
La asociación de la idea de "la supervivencia del más apto" con la Teoría de la Evolución es errónea. Cualquier organismo capaz de reproducirse antes de morir es, científicamente hablando, "apto", ya que la especie sobrevive cuando se reproduce. Por eso la teoría se llama "de las especies", y no "de los individuos". Dicho en otras palabras: un mono puede salir medio tarado, pero si logra tropezar con una hembra y reproducirse, todos los monos ganan. ¡Eso explica tantas cosas!