El equipo Fuerzas Armadas de Colombia ganó este fin de semana el campeonato de vóleibol sentado que se celebra desde 2008 en el país para rehabilitar a mutilados en el largo conflicto armado, que encuentran en este deporte ánimos para seguir adelante.

La final del torneo, que enfrentó a Fuerzas Armadas contra Selección Antioquia, se jugó en la localidad de Bello, en las afueras de Medellín (noroeste), el mismo día en que en Rio de Janeiro se cerraban los Juegos Paralímpicos, que también incluyeron esta disciplina.

"Tuve un accidente (...) con un artefacto explosivo y mi proceso de rehabilitación se basó más que todo en el deporte, con el vóleibol sentado desde el 2012", dijo a AFP Víctor Leal, un suboficial del Ejército que perdió su pierna izquierda en el marco del conflicto armado interno de más de medio siglo y es integrante del equipo campeón.

"Ahora estoy defendiendo a Fuerzas Armadas por medio del deporte (...) es una rehabilitación (en la) que se olvida todo en la cancha", añadió.

El vóleibol sentado tiene las mismas reglas del deporte tradicional, pero es un requerimiento que los participantes mantengan el contacto con el suelo en toda acción, con excepción de los desplazamientos en campo.

Cada juego se disputa con una malla de 1, 15 metros de alto, en competencias masculinas, y consta de cinco sets.

La disciplina comenzó a practicarse en Colombia para brindar un espacio de esparcimiento a exmilitares y víctimas de la violencia, como método de recuperación y rehabilitación.

"Hace seis años, en un accidente con dos granadas de mano perdí la pierna izquierda y (...) tomé como una parte de mi rehabilitación (el voléibol) y me enamoré del voléibol", dijo el soldado Jhon Baez, también del equipo Fuerzas Armadas.

El campeonato contó con seis equipos integrados principalmente por policías y militares víctimas de explosivos y minas antipersonas, pero también con algunos civiles con problemas motrices no necesariamente relacionados con el conflicto.

Colombia es el segundo país del mundo más afectado por minas antipersonas, después de Afganistán, con más de 2.000 muertos y 9.000 heridos por acción de estos artefactos desde 1990.

El gobierno colombiano firmará en una semana un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para acabar con un conflicto de más de medio siglo, que también ha incluido a otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales y ha dejado unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6, 9 millones de desplazados.

El pacto de paz incluye acciones de desminado.