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El presidente de los Miami Heat, Pat Riley, dijo el lunes a la prensa que cree que Chris Bosh ha jugado su último partido en la NBA, tras no pasar un examen médico después de los problemas de larga duración con coágulos de sangre.
Riley señaló que los Heat miraban al futuro sin incluir a su estrella, quien se ha perdido gran parte de las dos últimas temporadas por esos problemas de salud.
Miami anunció el pasado viernes que el 11 veces All-Star no había superado un examen físico, pero no explicó las razones, citando la confidencialidad médica. Al preguntársele si los Heat estaban esperando que Bosh regresara en algún momento, Riley respondió: "Nosotros no".
Riley no se proyectó sobre si sentía que la carrera de Bosh en la NBA podría haber llegado a su fin. "Eso depende de él", respondió el dirigente.
Bosh ha estado luchando desesperadamente por tratar de convencer a los Heat de que está listo para reanudar su carrera. Sin embargo, el equipo se preparaba el lunes para ir a un campo de entrenamiento en las Bahamas sin él.
"Es bastante definitivo para nosotros, desde nuestro punto de vista, que esto será probablemente un momento en que realmente tenemos que dar un paso atrás", dijo Riley, negando que las cuestiones de tope salarial habían jugado un factor en el manejo del caso de Bosh. "Su salud, y la economía, ha sido la salud, la salud, la salud, sin duda", dijo el directivo.
El entrenador del Heat, Erik Spoelstra, dijo por su parte que el trato con el caso de Bosh había sido desgarrador. "Me encanta C.B. (Chris Bosh)", dijo Spoelstra. "Fue duro ver a C.B. y su familia, lo que han pasado en estos dos últimos años".
Si un especialista de la NBA dice que Bosh está médicamente incapacitado para jugar, el jugador recibirá el saldo de su contrato de alrededor de 76 millones de dólares por tres años. Por su parte, los Heat recibirían un alivio en el límite salarial de cara al futuro el 9 de febrero.