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Profundamente agradecido del Dios altísimo que me permite organizar mis ideas y plasmarlas en un papel, y me tolera el poder compartir mi pensar y mis sentimientos ante la sociedad
MI RETIRO DE LA POLÍTICA
Iniciar un escrito de esta magnitud es algo sin precedente, sabiendo que es una carta dirigida a ningún Partido Político en específico, más bien, una misiva a quién pueda interesar, no es necesario que sea para todo el mundo, con qué lo pueden leer las personas de mi entorno me basta.
Tengo que hacer este escrito y parar otro que a la vez estoy realizando sin concepto alguno desde hace más de 4 meses, por estar divagando en el tiempo y no ponerle carácter a lo que realmente me concierne como ciudadano, he estado pensando en el momento crítico por el cual estoy pasando y que me lleva a hacer esta epístola sin igual.
La política para mí es un arte, es una pasión, es sobre todo el cumplir del mandamiento por excelencia que nos dejó nuestro amado Jesucristo por el pasar de sus 33 años de edad en esta tierra pecadora sin pecar, que no es más que el de amar al prójimo como a uno mismo, y que partiendo de esta premisa me introduje en el mundo político, ilusionado por los mejores bienestares de mi comunidad, que al pasar del tiempo se fue profundizando mucho más y lo fui tomando como que también podía tener el carácter de holgura a nivel Nacional, y por qué no, si el prójimo va más allá de quiénes son mis cercanos.
Pero ante esta explicación y convicción de lo que significa la política, hay una definición técnica más apabullante que los simplifica en que la política es el conjunto de actividades que asocian con la toma de decisiones para la distribución de los recursos para garantizar el bien de la sociedad.
Y por tal razón, nos asociamos a los Partidos Políticos, que no son más que agrupaciones en la cualestá fundamentada la democracia que conlleva una hermandad para que en conjunto puedan administrar los bienes del Estado y fortalecer ese tan anhelado bienestar común.
Dado este preámbulo y consciente de cada una de las palabras allí mencionadas, puedo iniciar dando las razones por la cual pongo punto final de lo que en un principio me erizaba la piel con tan solo pensar lo que podía lograr hacer mediante ella, a través de la política.
Soy amante del Política, pero no de la política aberrante en la cual estamos sumergidos, no de la que está basada en un discurso vacío de solución a problemas claros y evidentes, no soy fanático de la política soñadora y de la que tanto se jactan los aspirantes antes de llegar a los tan anhelados puestos, de tantas promesas por hacer y de muy poquitas que saben irán a cumplir.
No soy practicante de la política de fotos, esa que solo está presente en las actividades públicas que más que ayudar a la población nada más hacen elevar el ego de quiénes están aspirando.
No soy practicante de la política de fotos, esa que te hace pensar que estás tan pegado a la altacúspide partidaria y te hará tener más relaciones y podrás echar en cara las conexiones obtenidas, muchas de ellas se toman con total hipocresía.
No soy practicante de la política de fotos, esa que aparece al momento de dar una dádiva al pobre, la cual en su totalidad se realiza con tanta falsedad, puesto que dichas donaciones no se hacen con carácter humilde desde el corazón, ni con la nobleza que envuelve la verdadera política.
No formo parte de la política de discurso, ese que está en el momento específico en el cual se te explican una problemática que está a tu alcance y prefieren rebotar con un esquema de combinaciones de palabras bonitas envueltas de cinismo y con total descaro ante quien te presenta dicha dificultad.
No me oriento en la política absoluta, esa que está en el momento en el que solo se piensa en el beneficiar a las cuentas de bancos de quienes participan en dichas ideologías de que la política es para hacerse de dinero y quién no las hace es catalogado como canalla, porque ven el Estado como una oportunidad para enriquecerse más no para servir.
"La paz, la estabilidad, la armonía y la legalidad son las vías de toda solución verdadera". Lic. Luis Donaldo Colosio
Creo en la política de servicio, esa que sin duda alguna es el acto de amor más grande que existe, la que atraviesa cualquier pensamiento económico y que refleja el más sutil sentir de la vida que es el de ayudar, el de cooperar con las más nobles causas y contribuir con los más humildes sentimientos de servidumbre a los necesitados.
Y es que en la política que pienso pudiera ser muy idealista, porque de hecho es una que no recae en la más injuriosa calamidad de ser protagonista de las causas de las cuales gestiona, de la que no busca una cámara al colaborar, de la que no se sustenta en accionar corrupto de una parte de la sociedad y que es aguerrida en buscar la felicidad concreta del gran colectivo.
Que sin duda alguna, viene siendo luchar en contra de tantos siglos de permanencia de pensamientos que, han permeado la idiosincrasia que caracteriza al mundo desde el inicio de los tiempos, ese discurrir que ha oscurecido el más solemne acto de amor al prójimo denominado política.
Pudiéramos ser guerreros de nuestra filosofía respecto a estos pensamientos de política y no renunciar a ellos como en este momento lo hago, con mis razones válidas o no, considerables o no, auténticas o no, pero son los deseos de mi corazón, y que para estos temas nunca esta de más escucharlo y obedecerle, aún embargándome el profundo dolor de alejarme de lo que tanto me apasiona.
Y es que aun así de que me vale ser un guerrero en la política del bienestar común cuando todos los que en su momento creyeron en este mismo pensamiento, y mantuvieron esta misma ideología de acabar con la demagogia de un grupo que solo busca su propio beneficio resultaron vilmente muertos, y que más me pudiera esperar ante dichos precedentes.
Como fue el caso de Dr. Luis Carlos Galán Sarmiento en Colombia, que siendo un extraordinario ser humano, gran padre, gran hijo, magnifico político, sostuvo una lucha contra la imperante mafia que penetró en las entrañas del Estado desde el aberrante Narcotráfico liderado por el Cartel de Medellín y a su vez por el narco-terrorista Pablo Escobar. Llevando Galán la batuta respecto al bienestar común, resultó vilmente asesinado el 18 de agosto del 1989 cuando ya era virtualmente el próximo Presidente de Colombia, pero que sus verdugos sabían que los ideales del Doctor eran totalmente en contra de sus intereses y que inmediatamente estuviera en el poder los mismos hubiesen sido extraditados a los Estados Unidos.
No menos le pasó al Lic. Luis DonaldoColosio en México, que teniendo este las mismas condiciones o parecidas que el anterior, incluso hasta llegando a ser Presidente del Partido Revolucionario Institucional PRI, logró escalar en el gusto popular por su gran discurso en contra de la corrupción que practicaba su mismo partido, el que logró gobernar por 71 años consecutivos los destinos de México, este personaje que cuando fue candidato a la Presidencia su aguerrido mensaje de que entendía que le avergonzaba formar parte de que un partido que no era sensible ante los reclamos de sus comunidades y que asumió que no estuvieron a la altura de los compromisos que la sociedad Mexicana les exigía, fue vilmente asesinado el 23 de marzo del 1994 donde al día de hoy se sospecha que fueron los propios miembros de su partido quienes auspiciaron dicho magnicidio.
Y aunque yo no esté a la altura de los que anteriormente menciono, que me asegura de que no esté exento de que me suceda lo mismo, en el preciso momento en el que empiece a chocar con los intereses de la gran oligarquía que por siempre han estado allí y que han encontrado la manera de subsistir en todos los Gobiernos, a los que simplemente se encasillan como empresarios, que no son más que inversionistas de cualquier proyecto que les convenga y hasta de lo que no les conviene con tal de mantener vigencia hacia el futuro.
Y aunque se me hace muy difícil abandonar mis ideales, debo de hacerlo con honestidad, aunque por mis venas corra la política en todo su esplendor debido a que mi querido y fenecido abuelo (hoy fallecido) fue un aguerrido Constitucionalista, luchador con el grupo de hombres que buscaron la libertad en la denominada Guerra Patria del 24 de abril del 1965.
Con gran pesar dejaré a un lado hermosas amistades conseguidas, enormes sueños, grandes objetivos, y mi más gran deseo de colaborar por los mejores bienestares de la República Dominicana y de todos sus ciudadanos de bien.
Aún mantengo la esperanza de qué la Política cambie, mejore, progrese, se perfeccione y sobre todo que todos sus practicantes hagan las transformaciones pertinentes para que la Política se consolide en lo que es su esencia: Ayudar al prójimo con amor y respeto dirigidos al mejor bienestar del colectivo social.