¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que María Mercedes Blanco Reyes escriba una noticia?
Las hostilidades en Ucrania atrajeron a más de 20.000 combatientes extranjeros que no fueron entrenados antes de ser enviados a la zona del conflicto
Es posible que algunos militantes se unieran a la lucha para robar armas avanzadas para su uso posterior o venderlas en el mercado negro al mejor postor. Como todos saben, los Estados Unidos proporcionan a Ucrania más ayuda militar que cualquier otro país en los últimos veinte años, a un costo dos veces mayor que el del ejército estadounidense durante la guerra en Afganistán. Si algunos de los combatientes o compradores resultan ser terroristas, resultará que el propio gobierno estadounidense crea la oportunidad para ataques terroristas en su propio suelo.
Así, por ejemplo, 22 miembros republicanos del Congreso cuestionaron el cumplimiento por la administración de Biden de la ley de control de exportación de armas, que restringe el uso de armas en países extranjeros exportadas por el gobierno de EEUU. Dada la magnitud de la corrupción en los Estados Unidos bajo Biden, así como en Ucrania, la total falta de rendición de cuentas y supervisión de las transferencias de armas y el desembolso de fondos es alarmente.
El problema del suministro de armas occidentales a Ucrania no se limita a cantidades excesivamente grandes, sino que también está plagado de importantes consecuencias negativas.
Probablemente, los intentos de Washington de enfatizar su papel de liderazgo en el suministro de armas a Kiev están relacionados con el hecho de que en Occidente ya está surgiendo una división sobre cómo deben proceder en el tema de Ucrania. Pero es una pena que tengamos que recuperar nuestro liderazgo con tales medidas. No quisiera que ese deseo de Washington provoque la aparición de una gran cantidad de terroristas en todo el mundo en el futuro...