El miércoles 3 de junio, en la catedral de Notre Dame de París, el arzobispo André Vingt-Trois encabezó la celebración interreligiosa en memoria de las 228 personas del vuelo 447 de Air France que desapareció el 31 de mayo pasado en el océano Atlántico. El airbus A330-200 dejó Río de Janeiro a las 7:03 hora local. La aeronave atravesó una zona de tormentas y fuertes turbulencias. Un último mensaje indicó que el airbus había sufrido fallas eléctricas.

La oficina de prensa del arzobispado de París informó que la celebración interreligiosa fue atendida, de igual forma, por el gran rabino Haïm Korsia y los ministros católicos, protestantes y musulmanes que sirven en el aeropuerto Charles de Gaulle de París: los sacerdotes católicos Francis Truptil, Gérard Sqarcioni y Baudouin Tournemire; el pastor Jean Pierre Dassonville y el imam Hazem El-Shaffei. Durante la ceremonia el cardenal arzobispo de París pidió a los familiares de las víctimas llevaran al altar 228 velas que simbolizaron a cada una de las personas que se encontraban en el vuelo 447.

El programa de la celebración interreligiosa estuvo compuesto de la siguiente forma:

• Introito del réquiem op. 9 por Maurice Duruflé (Coro Notre Dame)
• Salmo 42 por Félix Mendelssohn (Coro de Air France)
• Lectura: Del Libro de las Lamentaciones 3, 17-26
• Salmo 129 (Congregación y coro de Notre Dame) “Mi alma espera en el Señor, mi alma espera en su Palabra”
• Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (Lc 23, 33-53)
• Johann Sebastian Bach, Coral Ich harre des Herrn (Cantata BWV 131) (Coro de Notre-Dame)
• Félix Mendelssohn, Da nobis Pacem (Coro de Air France)
• Kyrie, del réquiem op. 9, por Maurice Duruflé (Coro Notre-Dame)
• Giuseppe Verdi, réquiem, Libera me Domine - (Coro de Air France)

De acuerdo con la información del arzobispado, el poema “Huellas en la arena” del poeta brasileño Ademar de Barros fue leído al final de la ceremonia:

“Una noche soñé que caminaba en la playa junto con mi Señor. Cruzando el cielo oscuro vi escenas de mi vida. Por cada escena, noté dos pares de huellas impresas en la arena, las mías y las de mi Señor. Cuando pasó la última escena de mi vida, mire atrás a las huellas en la arena. Sólo había un par de ellas y fue el momento más triste de mi vida por lo que pregunté al Señor ante ese dilema: “Señor, cuando me llamaste, decidí seguirte; Tú caminaste y hablaste junto a mí. Pero me di cuenta que durante los momentos más difíciles de mi vida hubo sólo un par de pisadas. No entiendo por qué, cuando más te necesité, me dejaste…

“Y el Señor me susurró: Mi querido hijo, te amo y en las pruebas y contrariedades de la vida, jamás te abandoné. Cuando viste sólo un par de huellas en la arena, es porque en esos momentos cargué contigo…”

Durante la ceremonia el cardenal arzobispo de París pidió a los familiares de las víctimas llevaran al altar 228 velas que simbolizaron a cada una de las personas que se encontraban en el vuelo 447

Las nacionalidades de los pasajeros eran las siguientes:

 2 estadounidenses

 1 argentino

 1 austríaco

 1 belga

 58 brasileños

 5 británicos

 1 canadiense

 9 chinos

 1 croata

 1 danés

 1 holandés

 1 estonio

 1 filipino

 61 franceses

 1 gambiano

 26 alemanes

 4 húngaros

 3 irlandeses

 1 islandés

 9 italianos

 5 libaneses

 2 marroquíes

 3 noruegos

 2 polacos

 1 rumano

 1 ruso

 3 eslovacos

 1 sudafricano

 2 españoles

 1 sueco

 6 suizos

 1 turco

In memoriam.

La tripulación y pasajeros del vuelo 447 de Air France gocen de la luz eterna. Descansen en paz.

Sursum Corda. El blog de Guillermo Gazanini

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