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Moscú, 15 sep (EFE).- El presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró hoy que discrepa de las críticas de los países occidentales sobre la última propuesta nuclear iraní
Sé que ya ha habido reacciones sobre que no hay nada nuevo en la propuesta. En cambio, yo creo que eso es incorrecto, y hay que estudiarla más detenidamente", afirmó Medvédev, durante una reunión con los miembros de club internacional de debate "Valdái".
Medvédev espera que las potencias que integran el Grupo 5+1 (Rusia, Francia, China, Estados Unidos y Reino Unido, más Alemania) analicen el documento presentado el pasado 9 de septiembre por Teherán, según las agencias rusas.
"Nuestra posición es clara. Debemos ser responsables tanto a la hora de decidir cómo continuar las negociaciones, como sobre posibles sanciones. Las sanciones son un recurso poco efectivo. Pero, a veces, no queda más remedio que recurrir a ellas", dijo.
El líder ruso subrayó que "Irán tiene derecho a un programa nuclear civil. No sólo pensamos así, sino que estamos dispuestos a ayudarle y no sólo con palabras, sino con hechos".
Al tiempo, insistió en que "todos esos programas deben de estar bajo el control de organizaciones internacionales, incluido el (Organismo Internacional de Energía Atómica) OIEA", y expresó su confianza en que "Irán asuma una postura más cooperativa con los países mediadores".
Moscú, 15 sep (EFE).- El presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró hoy que discrepa de las críticas de los países occidentales sobre la última propuesta nuclear iraní
"Estamos dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios desde el punto de vista de nuestras buenas relaciones con Irán, pero, como otros países, seguiremos la evolución de los acontecimientos", dijo.
Medvédev también espera que Irán atienda a las preocupaciones de la región de Oriente Medio y ocupe "un lugar digno en el sistema de seguridad regional".
En la misma línea, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, se opuso la pasada semana a un ataque militar contra Irán por sus ambiciones nucleares, aduciendo que eso desembocaría en una "explosión del terrorismo" y en "un aumento de la influencia de los extremistas".
Al igual que en el caso de la crisis nuclear norcoreana, Moscú se mantiene en sus "trece" de abstenerse de recurrir a métodos de fuerza para solucionar el problema.
Occidente ha recibido con cierto escepticismo la propuesta de Irán, aduciendo que es muy vaga y apenas alude a la esencia del problema: las sospechas de que el programa nuclear iraní tiene una vertiente militar.
A su vez, Teherán asegura que su propuesta ofrece soluciones para problemas como la crisis económica, la seguridad en el mundo y la no proliferación, pero deja de lado la polémica sobre sus ambiciones nucleares.