Diversas investigaciones demuestran que las celulas emiten luz y pueden transportar electricidad, disciplinas como la biorresonancia y la medicina biologia usan estos principios para realizar diagnóstico y tratamiento
Corría el año 1992 y un grupo de científicos reunidos en un laboratorio de París estaban a punto de realizar un gran descubrimiento, que nos brindaría una nueva visión acerca de la forma de ver la medicina.
Estos especialistas lograron mantener con vida un corazón de un conejillo suministrándole impulsos de ondas electromagnéticas, a través de unos pequeños electrodos. Estas ondas tuvieron el mismo efecto que la que la acetilcolina e histamina, con lo cual el órgano funcionaba normalmente.
Con este experimento, por primera vez se cuestionaban las teorías convencionales acerca de la comunicación entre las células, se demostraba en el laboratorio, que cada molécula del universo tiene una frecuencia única y que el lenguaje que emplea para hablar con el mundo es una onda electromagnética.
Estas investigaciones confirmaron los estudios llevó a cabo el profesor Fritz Albert Popp en los años 80, donde demostró que todas las células emiten una luz muy débil.
Para demostrar que las células emitían luz, Popp desarrolló una cámara ultrasensible capaz de fotografiar la emisión de luz de las células, y confirmó que las células sanas emiten luz, y que las enfermas no emiten nada.
Otros estudios realizados en Alemania demostraron que las células normales tienen una frecuencia eléctrica de 70 milivoltios, pero si ésta baja a menos de 30 milivoltios la célula muere.
Además se conoce que algunos factores que impiden el normal funcionamiento de las células son la falta de oxígeno, la acidez, y últimamente se ha propuesto que la falta de comunicación entre las células contribuye al desarrollo del cáncer.
¿Pero y en todo esto dónde queda la conciencia ?
El estado de conciencia también guarda relación con el principio de que las células emiten luz y transportan electricidad.
El científico Pribram, Hameroff Yasue de la Universidad de Okayama planteó una teoría que dice que los microtúbulos y las células nerviosas representan el Internet corporal.
Mediante la coherencia y superirradiación, cada neurona del cerebro, (existen más de dos mil millones de neuronas) puede conectarse al mismo tiempo y hablar con todas las demás simultáneamente.
Hoy sabemos que tenemos sentidos en todo el cuerpo, y que por lo mismo la conciencia es un fenómeno global que ocurre en cada célula del organismo y no simplemente en el cerebro, la conciencia en su aspecto más básico es luz coherente.
Diagnóstico de biorresonancia y tratamiento de medicina biológica
Hoy día a través del diagnóstico por bioresonancia se puede medir la acidez oxigenación, funcionamiento de cada órgano, niveles de stress, deficiencia de vitaminas minerales alergias a ciertos alimentos y todo esto de manera no invasiva y segura, el equipo permite hacer un seguimiento de cualquier tratamiento, alopático naturista, homeopático o energético.
La biorresonancia se aplica los principios de las investigaciones llevadas a cabo por el doctor Popp y del Dr. Reinhold Voll, en la década de los 50, y que establece que los tejidos del organismo generan ondas electromagnéticas. La alteración de estas ondas son manifestaciones previas de una enfermedad.
Por otro lado, la medicina biológica es una medicina complementaria que nos entrega una efectiva y poderosa herramienta de tratamiento, que usa fármacos inocuos son preparados en laboratorios especializados, sobre la base de elementos naturales en microdosis, y casi no poseen efectos secundarios.
Esta medicina a diferencia de la alópata trata a la paciente como una persona integral conociendo su realidad global y no fraccionándolo por órganos y sistemas, y usa fármacos biológicos en microdosis, que estimulan al organismo a eliminar el daño, al revés del remedio químico, que emplea altas dosis e impone una acción en el cuerpo, lo que produce efectos secundarios.
No se quede en el pasado trátese hoy con la medicina del futuro.
Carolina Barros Van Cauwelaert, Diagnóstico Biorresonancia,
(2) 2252387
Dr. Rodrigo Alcázar, Medicina Biologica, (2) 2153671
Articulo: Matías Rodríguez Barros, Periodista.