El arquero Iker Casillas, protagonista al detener un penal en la victoria 4-0 de su Real Madrid sobre el Cruz Azul, este martes en la primera semifinal del Mundial de Clubes, dijo que ganar el título haría que el año 2014 fuera "de matrícula de honor".

Una máxima calificación que daría como premio a un año en el que brilla especialmente el ansiado décimo título de campeón de Europa, que el equipo blanco consiguió en mayo en Lisboa ante el Atlético de Madrid (4-1).

"Teniendo en cuenta el año natural, pondríamos una matrícula de honor si ganamos el Mundialito", declaró Casillas tras el partido.

"Yo personalmente me encuentro en un buen momento, con mucha ilusión. Es un año importante para mí, en el que he vivido cosas buenas y otras menos como el Mundial (con la selección española, eliminada en la primera fase)", respasó al hacer balance de los últimos meses.

Casillas fue clave en la tranquilidad del Real Madrid al detener un lanzamiento de Gerardo Torrado (minuto 40) cuando el marcador era de victoria provisional 2-0 para los españoles. Un tanto del mexicano hubiera añadido incertidumbre a la segunda mitad.

"Con un 2-1 puede que hubiéramos visto otro partido. Un portero siempre está ahí intentando ayudar a su equipo en momentos así. Tuve fortuna adivinando el lanzamiento y estoy contento porque el equipo ha podido estar tranquilo y ganar fácilmente después", subrayó.

Casillas ha recibido críticas en los últimos años y dijo mantener la cabeza fría, tanto en los momentos más difíciles como cuando tiene buenas noches como la de este martes en Marrakech.

"Nunca bajo la cabeza para que me entierren, ni ahora saco pecho. Me dedico a trabajar y a tratar de hacerlo bien", señaló.

Casillas fue titular este martes pese a que la prensa española había especulado con la posibilidad de que Carlo Ancelotti decidiera reservar al internacional español para la final y dar una oportunidad en la semifinal al costarricense Keylor Navas.