La exprimera secretaria del Partido Socialista francés Martine Aubry critica con dureza la política económica del presidente francés y su primer ministro, y se presenta claramente como líder de los disputados franceses contestatarios, en una entrevista que publica el dominical parisino Le Journal du Dimanche.

"Pido que se reoriente la política económica (...) (Es necesario) emprender el buen camino los dos años que vienen" porque si no la izquierda está abocada al "fracaso", le dice a François Hollande, que le ganó en las primarias de 2011 organizadas por el PS para designar su candidato en la presidencial de 2012.

Más bien discreta desde el principio del quinquenio del presidente Hollande, la alcaldesa socialista de Lille (norte del país) parece pasar a la ofensiva al colgar también en internet su contribución a los estados generales del PS, una defensa de "una nueva social-democracia", un proyecto que no es "ni el liberalismo económico ni el social-liberalismo".

La exministra admite que el Ejecutivo ha hecho "cosas buenas", pero la mayor parte de la entrevista es una requisitoria contra la acción de Hollande y su primer ministro, Manuel Valls. "Habíamos previsto que a medio mandato el crecimiento habría vuelto, el desempleo bajaría y los déficits se encontrarían por debajo del ?%. No es el caso. Debemos encontrar cuanto antes el buen reglaje de las políticas económicas que permita rescatar a Francia de la crisis. Y luego tenemos que volver a hacer política", asesta en vísperas de la votación de los ingresos presupuestarios para 2015.

"Miremos la realidad de frente. La política aplicada desde hace dos años, en Francia y casi toda Europa, se hace en detrimento del crecimiento", afirma la hija de Jacques Delors, expresidente de la Comisión Europea (1985-1994). "Pido una inflexión de la política entre la reducción de los déficits y el crecimiento", añade.

Además del fondo de la política aplicada, las críticas también están dirigidas a la gobernanza de Hollande: "Un país no se moviliza solo con gestión financiera" y es necesario "dar el destino del viaje", deplora Aubry.