Las cosas no son tan sencillas como parecen. Podríamos imaginar que el cocreador de Facebook, Mark Zuckerberg, sacó su talonario y puso sobre la mesa un bolígrafo para que los responsables de Oculus escribieran la cifra que pensaran correcta. Pero no. Zuckerberg se lo pensó bastante. Tanto que una semana antes de firmar la adquisición de este sistema de realidad virtual lo que hizo fue irse a un stand de Sony en el Games Marketing Summit 2014 para probar el Project Morpheus en el que ellos están trabajando.

¿Para conocer la competencia o con el objetivo de si Oculus realmente merecía la pena? Es una buena pregunta. Imaginamos que Zuckerberg quedó complacido con la comparativa cuando después decidió invertir en la compra de Oculus.

Al final la compra de Oculus la realizó por un sólido importe de 2 mil millones de dólares. No pagó tanto como por WhatsApp, pero fue una cantidad contante y sonante. Y lo curioso es que el ejecutivo de Sony que ha contado la anécdota ha mencionado que ellos hubieran preferido que la compra hubiera sido de Project Morpheus. Esto plantea preguntas curiosas, como que Sony habría estado interesada en vender la tecnología o cofinanciarla con Facebook en algún tipo de extraña colaboración.

 El futuro de Oculus se va a beneficiar mucho de la experiencia de Facebook en el mercado comercial. Hay quien opina que la adquisición no va a ser positiva, sino negativa. Esto se debe principalmente a que Facebook no es una compañía relacionada de forma natural con el mundo del gaming. Sí, es cierto que tienen experiencia con los juegos, algo que se ha convertido en factor clave para la red social Facebook, pero puede que pinchen en cuanto a adoptar la filosofía necesaria para que Oculus destaque de verdad en este mercado.

Esto es algo que iremos viendo no principalmente en 2014, dado que en Oculus ahora que tienen más dinero se van a tomar las cosas con mucha calma. Es más que posible que el momento en el que el dispositivo de realidad virtual brille sea 2015, al menos al paso que están avanzando las cosas. Para entonces Facebook y Oculus deberían haber convencido a muchos desarrolladores para que creen sus propios juegos adaptados a la realidad virtual. Si lo consiguen y dan inicio a una nueva era del gaming, podríamos asegurar que sin duda Oculus es un éxito. Pero no olvidemos que Sony y su Project Morpheus, por mucho que Facebook no invirtiera en ellos, siguen adelante.

Vía: GameSpot