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Un día de 1880, con algunos restos de telas, confeccionó un elefante sonriente blanco de ojos luminosos. Lo rellenó de restos de telas y le puso una montura de color azul
Margarete Steiff nació Giengen del Brenz en1847, Alemania. Sus padres eran una familia de la clase media, y Margarete sufrió la parálisis de sus piernas por la poliomelitis a los dos años, pero ella estaba destinada a quedar en un lugar de privilegio en el corazón de todos los niños, Margarete fue la creadora del osito de peluche.
Margarete pasaba sus días en una silla de ruedas sin la posibilidad de trabajar, de tal forma que se dedicó a lo único que podía realizar en su estado, la costura.
Su taller obtuvo una mediocre prosperidad que apenas le alcanzaba para sustentarse. Claro que por las tardes les contaba cuentos a los niños del vecindario.
Los pequeños se corrieron la voz acerca de este bello pasatiempo, y llegaban por las tardes para escuchar a Magarete.
Un día de 1880, con algunos restos de telas, confeccionó un elefante sonriente blanco de ojos luminosos. Lo rellenó de restos de telas y le puso una montura de color azul. Fue este, tal vez, el primer juguete de trapo del mundo.
Los chicos comenzaron a pedir mas animalitos, y muy pronto Margarete dedicó casi todo su tiempo a confeccionarlos.
Para saber si estos juguetes eran aceptados por todos los chicos, su hermano Fritz, con una bolsa llena partió a una localidad vecina, y en pocas horas los había vendido todos. Al aumentar la demanda, que cada día iba creciendo, pidió ayuda a parientes y amigas para la confección.
Este oso no comenzó bien su existencia, y antes de triunfar tuvo que recorrer mucho camino
En 1886, el pequeño taller producía mas de 5.000 elefantes, y otro número importante de otros animalitos de tela.
Su negocio atravesó las fronteras y comenzó a tener pedidos de otros países. En 1893 ya tenía un gran número de ejemplares como para poder confeccionar un catálogo, y puede que fuera el primero que se hiciera.
Pero Margarete necesitaba un espacio mayor, es decir una fábrica completa. Esto fue realidad en 1903. Era una construcción muy moderna y casi toda de cristal.
Por esa época se puso a trabajar en un diseño nuevo, que no estaba confeccionado en fieltro, sino en una tela de pelos de camello, y decidió que la cabeza, los brazos y las piernas fueran movibles, lo que constituía una verdadera novedad. Cuando estuvo terminado el juguete tenía unos ojos negros y hocico en punta, y nadie lo consideró lo suficiente como para sentirse atraído por el, así es que finalmente solo lo llamaron oso.
Este oso no comenzó bien su existencia, y antes de triunfar tuvo que recorrer mucho camino. Durante tres años se vendió muy poco, pero al final le dieron un nombre propio, Teddy, porque se le había regalado al presidente Teodoro Roosevelt de Estados Unidos.
Después de pasar todo ese tiempo en la oscuridad el osito ya era todo un personaje.
Durante 1907 se confeccionaron mas de un millón y Griengen se convirtió en la zona del osito de peluche.
Al no haber sido registrado los derechos muchos fabricantes comenzaron a hacerlo, ya que era una necesidad para cada niño. Este juguete se convirtió en el mejor amigo de los niños del mundo.
Por esa época se puso a trabajar en un diseño nuevo, que no estaba confeccionado en fieltro, sino en una tela de pelos de camello
En 1909 murió Margarete Steiff, creadora de un zoológico maravilloso.