Con una actitud responsable, dando ejemplo de civismo y caballerosidad ante la derrota, Marco Enriquez-Ominami, al final invita a sus electores para que voten por la Concertación como mal menor, ante un Chile dual, dividido en dos bandos históricamente enfrentados.

Marco, resultó ser el fenómeno electoral de estos comicios, sabiendo llevar al electorado, un discurso fresco, nuevo e ilusionante, que ha sido acogido por importantes sectores de jóvenes - y menos jóvenes - que apuestan por otra forma de hacer política, sobre todo, por otro talante para encarar la cosa pública.

Marco es la esperanza y el futuro de Chile para miles de jóvenes y demócratas progresistas

Marco y su equipo, han dejado claro, que en Chile es posible otra forma de hacer política, rompiendo con el pasado, iniciando una nueva etapa moderna para el país.

El proyecto de Marco, es el proyecto del Chile del futuro, de la vanguardia, de la renovación de la sociedad chilena y de su integración en el club de los países que están a la cabeza del planeta.

El mensaje ha calado, la semilla está bajo una tierra fértil abonada por un discurso de nuevo cuño para un electorado emergente, en una nueva sociedad chilena, preñada de ilusiones y sin temor al fracaso.

Marco tiene la capacidad de convencer y de ilusionar al Chile que está creciendo, al de los nietos de Salvador Allende y de Miguel Enriquez.