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En el maltrato a los animales apenas se ha avanzado en España, y por pura diversión. Aún en pleno siglo XXI existen muchos pueblos en que se sigue torturando animales, especialmente toros. Hay más de 16.000 fiestas populares en que se incluye el maltrato animal
El ser humano ha avanzado tremendamente en los últimos siglos. Nos maravillamos a nosotros mismos de los adelantos tecnológicos y científicos que se han logrado. Se ha trazado el mapa del genoma humano, se ha logrado colocar hombres en la luna y no se tardará en hacerlo en otros planetas. Se ha avanzado hasta extremos impensables en medicina, robótica y cualquier área conocida de la ciencia. Asimismo, aunque aún quede mucho camino por recorrer, el hombre va hacia delante en el reconocimiento de los derechos humanos, logrando la igualdad entre las personas y evitando o tratando de evitar tratos degradantes, torturas, pena de muerte….
No obstante hay un apartado en el que apenas hemos avanzado en toda nuestra historia, y es el maltrato a los animales por pura diversión. Incomprensiblemente aún en pleno siglo XXI existen muchos sitios en los que el hombre sigue necesitando hacer daño a animales para divertirse. Estas son las fiestas más crueles en las que se maltratan animales.
En España se celebran al año más de 16.000 fiestas populares donde el maltrato animal es el principal ingrediente y reclamo para crueles locales y turistas curiosamente crueles.
El toro de la Vega no morirá a lanzazos este año en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Los fans de esta “fiesta” argumentan que es un tradición del siglo XV. El día elegido, el toro es perseguido en la vega del río Duero por lanceros a caballo que tienen que matarlo acorralándolo y atravesándolo con las lanzas. Este año no habrá héroe en Tordesillas porque nadie dará el lanzazo de gracia al animal, pero porque las autoridades lo han prohibido. Es una victoria a medias, pero victoria al fin.
Pero el toro júbilo sufrirá en Medinaceli (Soria). El “festejo” se celebrará en noviembre por las calles de esa localidad. Se trata de una tradición del siglo XVI en la que se ata al toro por los cuernos para inmovilizarlo y encajarle así en la cabeza unos artilugios metálicos con grandes bolas de material inflamable. Cada vez que se prende el material el animal sufre graves quemaduras y un gran estrés. Los defensores de esta fiesta alegan que al astado se le da una crema de barro para que no sufra quemaduras y que se ha eliminado la tradición de matar al toro tras el encierro nocturno que realiza con sus cuernos envueltos en llamas.
Este tipo de ‘toros de fuego’ también son muy populares en la Comunidad Valenciana, donde más de 140 municipios los incluyen en sus festejos.
También se practica mucho el festejo de conocido como toros ensogados o enmaromados. Las reses son sujetadas por la cabeza para atarles los cuernos. Luego se les arrastra por las calles para regocijo de quienes corren junto al animal. Estas sogas producen grandes traumatismos en la cepa del cuerno y profundos desgarros en los músculos del cuello.
Estos festejos son típicos en Aragón, Navarra, La Rioja, Andalucía y Valencia pero sobre todo, en Castilla y León. El más famoso es el de Benavente, en Zamora, entre el 9 y el 14 de junio.
El Toro de San Juan se celebra entre el 23 y el 28 de junio en Coria (Cáceres). Se suelta al toro por el recinto amurallado de la ciudad y, como si fuese una diana, se le lanzan soplillos (gruesos alfileres), casi dardos, que se clavan en su piel. Después se le dispara un tiro. Esta fiesta, que data del siglo XVI, está declarada bien de interés turístico.
Para frenar esos abusos nacio en 2007 Igualdad Animal y se echó a la calle para promover el respeto a los animales mediante acciones llamativas que tuvieran repercusión mediática, como un encadenamiento a un matadero, rescate abierto de seis cerdos e investigación sobre los mataderos de España. Es una organización de carácter internacional que se enmarca dentro del movimiento abolicionista por los derechos de los animales. Este planteamiento le lleva a cuestionar el especismo, la utilización que se hace de los animales así como el estatus de propiedad que tienen. La organización está actualmente presente en España, Inglaterra, Alemania, Venezuela, India e Italia. Sus actividades se centran en las ciudades de Madrid, Sevilla, Barcelona, Granada, Málaga, Londres, Caracas y Roma.
El objetivo de Igualdad Animal es "concienciar a la sociedad sobre la injusticia que supone discriminar los intereses del resto de animales en función de su especie, así como sobre el daño que se causa al resto de animales al usarlos como comida, entretenimiento, sujetos de experimentación o vestimenta“.
La organización internacional Igualdad Animal lleva tiempo investigando, y más recientemente, en toda España la crueldad generalizada en los festejos taurinos que se celebran por todo el territorio.
La organización denuncia que "los investigadores han sido testigos de animales golpeados, apedreados, que reciben patadas y lanzazos, y que son obligados a correr perseguidos por vehículos a motor hasta caer extenuados".
En mayo de 2010 presentaron una exhaustiva investigación sobre las granjas de cerdos de España. Realizada en más de dos años y documentando 172 granjas de toda España, este trabajo conforma la mayor investigación sobre explotación animal realizada hasta la fecha en España
El toro de la Vega puede ser el principio de una serie inacabada de prohibiciones. Ojala
Según las cifras manejadas por Igualdad Animal "cada año mueren aproximadamente 10.000 mil toros durante los festejos populares". Entre estas muertes se incluyen "pequeños becerros de menos de dos años de edad que sufren una tortura agónica y dolorosa hasta la muerte".
En total en todo el país, según los datos ofrecidos por el "Ministerio de Educación, Cultura y Deporte", se celebran 1.868 festejos taurinos. Solo cinco comunidades, Castilla-La Mancha, Castilla León, Andalucía, Madrid y Extremadura, concentran el 83, 8% de los festejos celebrados últimamente casi hasta ahora.
La legislación española ampara la celebración de estos eventos taurinos, reconociéndolos como fiestas culturales, y reciben subvenciones desde las administraciones.
"El maltrato que sufren estos animales sería completamente ilegal si se tratase de perros o gatos, de hecho, las Leyes de Protección Animal de las Comunidades Autónomas incluyen como excepción la tauromaquia y los festejos taurinos, de manera que se pueda maltratar animales hasta la muerte en estos espectáculos", afirma Amanda Romero, coordinadora en España de Igualdad Animal.
La organización lanza la campaña internacional “Festejos Crueles” con la que pretende crear presión para prohibir estos festejos. Con materiales nunca antes vistos de encierros, novilladas, encierros por el campo y becerradas. Investigadores de la organización se han infiltrado durante varios años en estos festejos populares consiguiendo imágenes nunca vistas que muestran la crueldad y brutalidad de estos eventos.
En el vídeo de investigación también se hace mención a las brutales agresiones que sufrieron activistas de la organización en el encierro por el campo de Sacedón de 2010 que provocó que finalmente fuera suprimido el siguiente año y del trabajo de Igualdad Animal en contra del Torneo del Toro de la Vega. Todos los hombres civilizados aplauden a Igualdad Animal.
En la web de la campaña de esta organizacion se incluye una petición a la Comisión Europea solicitando el cese de subvenciones desde la Unión Europea a la tauromaquia. La Unión Europea destina 130 millones de euros al año de los impuestos de todos los europeos en ayudas a este tipo de machismo "humano".
En Robledo de Chavela (Madrid) existe una curiosa forma de celebrar la Semana Santa. El acto principal de ésta comienza el Sábado Santo, cuando llegan a la plaza las procesiones que han salido de la iglesia parroquial. En ese momento, los jóvenes del pueblo lanzan piedras contra un muñeco que ha sido colgado en la plaza y simboliza a Judas. Éste está rodeado de cántaros y los espectadores contemplan con sorpresa el contenido de estos, pues están repletos en su mayoría de ardillas y gatos. La mayoría de estos animales muere en el ritual víctima de las pedradas.
Tradiciones que han dejado de serlo
La otra cara de este macabro recorrido por las fiestas más crueles que hemos encontrado lo tenemos en aquellas tradiciones que afortunadamente han dejado de ser consideradas como fiestas, tradición y como elemento a mantener en aras de una supuesta “cultura”.
- La cabra desde el campanario.
Desde el año 2000, el pueblo de Manganeses de la Polvorosa (Zamora) ya no arroja una cabra desde el campanario de su iglesia. Al menos de carne y hueso. Ahora lanzan una de cartón piedra. Es un ejemplo de cómo la presión social y mediática puede acabar con tradiciones salvajes.
- Los gallos de Guarrate.
Los quintos del pueblo, en Zamora, pasaban a ser hombres montados a caballo y blandiendo una espada. Con ella tenían que descuartizar los gallos colgados en la plaza. Dejaron de hacerlo hace algunos años.
- La pava de Cazalilla.
Desde el siglo XIX los vecinos de esta localidad de Jaén tiraban una pava desde el campanario de la Iglesia. La tradición auguraba buena suerte para quien la atrape, lo que pocas veces ocurría. El Ayuntamiento ha sido sancionado por permitirlo y la fiesta ha dejado de celebrarse.