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Sesenta mil trabajadores no pueden vivir como reyes cuando sesenta millones viven con cincuenta y cinco pesos diarios
Para todos aquellos que se rasgan las vestiduras criticando las desigualdades económicas que prevalecen en nuestro país debieran estar festejando y gritando a los cuatro vientos la decisión tomada por el Presidente de México, de liquidar la empresa Compañía de Luz y Fuerza del Centro, empresa cuyo costo de operación nos cuesta a todos los mexicanos la fabulosa suma de 300, 000 millones de pesos cada año, además del pésimo servicio que brinda a los ciudadanos del centro del país.
Esta empresa se ha caracterizado a través de los años por su ineficiencia en el suministro de energía eléctrica para el centro del país; para ello cuenta con 40, 000 trabajadores en activo y 20, 000 jubilados aproximadamente, esta empresa factura ingresos por 22, 000 millones de pesos, reportando egresos o gastos por 47, 000 millones de pesos cada año, como pueden observar después de cincuenta años operando en estas condiciones es imposible que el pueblo de México siga pagando un altísimo costo por tanta ineficiencia.
Esta empresa y su sindicato, el Sindicato Mexicano de Electricistas, es un claro ejemplo de corrupción, aliado incondicional del PRI, partido que gobernó a México durante setenta años consecutivos fue sin duda parte esencial de compadrazgos y pago de favores a cambio de votos corporativos llegando a excesos inauditos, convirtiendo a la empresa junto con su sindicato en una especie de elite o casta divina.
Aunque las comparaciones son odiosas es necesario llevarlas a cabo para que se den una clara idea de porque fue necesario liquidar esta empresa.
Los trabajadores de la empresa en cuestión, activos y jubilados, obtenían como salario diario la cantidad de $ 425.00 contra los 54.80 que perciben 11.2 millones de jefes de familia.
Esta empresa y su Sindicato Mexicano de Electricistas, es un claro ejemplo de complicidades y corrupción, aliado incondicional del PRI
Además del sueldo percibían lo siguiente:
Dos días de descanso a la semana
54 días de aguinaldo
350kwh gratuito por mes (no pagaban el costo de la energía consumido en sus casas)
11% para fondo de ahorro pagado por la empresa
3, 500 pesos mensuales de apoyo para transporte
Una despensa equivalente al 8% de su salario
Pago de gastos por defunciones de familiares
Ayuda para vivienda
Viáticos por lectura de medidores en colonias lejanas
Salario doble por horas extra
40% adicional por laborar días feriados o domingos
Como verán este tipo de prestaciones no se dan en ninguna parte del mundo en ninguna empresa, solo en México es posible por eso inicio mi artículo diciendo que los que critican las desigualdades económicas en nuestro país debería festejar la desaparición de este tipo paraísos, pero no, ellos serán los primeros en encabezar las marchas y plantones para impedir que prospere la liquidación de esta empresa, con lo cual una vez más van a demostrar que los pobres no les importa, les importa seguirlos exprimiendo para mantener a este tipo de vividores porque de allí sacan recursos para recorrer el país, en una campaña anticipada, pagar manifestaciones en contra de las decisiones del gobierno, este es el país que ellos quieren con todas sus desigualdades porque mientras sigan habiendo este tipo de desigualdades, ellos tendrán el pretexto perfecto para seguir viviendo a expensas de los que dicen defender.
Por nuestra parte, festejamos que se tomen estas acciones, porque en México no debe haber mexicanos de primera, de segunda o de tercera y ojalá que el Ejecutivo siga por ese camino de poner orden, el siguiente podría ser PEMEX y su sindicato; o Educación y su sindicato y así sucesivamente.
Para todos aquellos que se rasgan las vestiduras criticando las desigualdades económicas deberían estar festejando y gritando a los cuatro vientos la decisión tomada por el presidente de México