La programación vertical de Telefuturo a las 22:00 cuenta con propuestas tan débiles que al final termina siendo una pésima opción y aunque cumpla con la función de otorgar espacio a diversidad de figuras, todos quedan perdidos en la grilla. Esta situación podría ser tolerable para la "La la ley es la ley" que ya viene como crónica de una muerte anunciada o para "Justo a Tiempo" porque hace rato que nadie espera que Dani Da Rosa lidere un éxito. Es imperdonable con "Teleshow" que cuando se emitía a las 13:00, capturó la atención de una audiencia multitarget.

Kike Casanova, era el rey de la siesta y sus panelistas una corte que se impuso jugándose por lo bizarro. Instalaban polémicas, generaban personajes y nadie los desdeñaba hasta el punto que los políticos (en aquellos tiempos en carrera), pedían ser invitados y les interesaban más esos televidentes que los de Humberto Rubín. Teleshow fue una fuente de poder para Telefuturo.

Los sucesivos cambios terminaron por destronar un programa que pudo haber sido soberano de su franja por años y consolidarse como una opción interesante para los anunciantes de productos masivos. Cuando termine el mundial, deberían reponerlo en su espacio original y sacarle el jugo...verán los resultados.