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Lo Justificado…
Iniciar un día normal como todos los demás, dirigiéndonos a lo básico de la mañana: un cepillado de dientes sin cumplir con los estamentos del mismo, un bañado para el cumplimiento, y un cambiado rápido de lo que se tiene menos arrugado; pero en ese proceso se inicia la radio para actualizarnos de los acontecimientos sucedidos en el día anterior, uno que otro arraigo a lo político y social, pues lo económico no nos favorece de cualquier lado que me expresen el crecimiento del mismo porque literalmente no lo siento.
Pero la verdad es que los temas de los cuales espero nutrirme quedan en segundo plano cuando en primera instancia esta de tema tendencia el asesinato de otra mujer de manos de su ex−marido, a lo que el interlocutor y las autoridades le justifican con una sola oración: “otro feminicidio”.
Para mis fines no es necesario profundizar cual es el significado de la palabra feminicidio, porque el propósito no es excusarnos de un hecho retrograda, haciéndolo superficial en una palabra, sino más bien el sentir único de que no se solucione una muerte con la respuesta más sencilla que puede existir en el universo, encerrar un expediente con la contabilidad de otra mujer y encajarlo en que solo fue un feminicidio, no es una respuesta que la sociedad requiere.
La sociedad necesita saber el porqué de dicha tendencia, la sociedad solicita resolver un problema de psicología social que acarrea lo que es replicar con un asesinato un sentimiento. Es de menester poder entender para luego contraatacar y eliminar de raíz el enigma pasional que conlleva asesinar una persona, por lo regular porque dicha mujer decide ponerle un alto a una relación toxica que conllevaba con x verdugo, y aunque no fuese esa la regularidad la respuesta no debiera ser una agresión fatal, apoyándose en la frase de: “si no eres para mí no serás para nadie más”.
Es una obligación de todas las autoridades pertinentes y de todos los centros de la sociedad como lo son las propias familias, quiénes deben educar desde el seno de las mismas a cada una de las criaturas que nacen en su cobijo, y del otro extremo están las autoridades quienes deben ensañar un plan estratégico donde de parte de los ministerios e instituciones que conforman y forman parte del ser humano en sí durante toda su vida, hago referencia al Ministerio de Educación por solo mencionar una de las que más recursos poseen.
Sugiero introducir la psicología individual para cada alumno con periodos de prueba mental cada cierto tiempo, como método de tener una evaluación y conllevar el debido control sobre ciertas situaciones que los mismos tienden a llevar en su vida las cuales no expresan y más bien la guardan en sus interiores y no obstante a eso las van alimentando con el paso de los años y cuando se quiere contrarrestar es muy tarde y explota.
¡No queremos una justificación, sino una solución!
Por otro lado y siguiendo el mismo tenor, el alumnado moderno que tenemos hoy en día, que felizmente asiste a las aulas, que no falta a la escuela aunque no sea para “coger pupitre”, que aunque no tenga sentido de responsabilidad por una u otra forma le encanta estar presente aunque retóricamente su mente esté ausente, pensando en el después de las clases o en el/la compañero/a que está en su misma aula para hacer x o y cosa a destiempo.
¡No queremos una justificación, sino una solución!
Le digo moderno porque la modernidad ha traído dentro de sus garras la sensibilidad moral que viene disfrazada de impunidad absoluta, hablamos de impunidad como si estuviésemos hablando de que en el aula existe una corrupción, si existe, aunque no tan brutal como en las altas esferas. Se habla de corrupción y no en el sentido de recibir dinero, sino en el sentido de corromper un sistema con el simple soborno “justificado” de que un alumno no puede repetir un curso porque eso atrasaría su progreso como ser humano.
El sistema de educación debe cambiar, pero un cambio real, no una metamorfosis de pantalla ni un trueque a desnivel por las premisas de que hay que apoyar el lado del alumnado porque si no esté tomará represarías más adelante.
En metafísica se le conoce como la Ley de Causa y Efecto o Principio del Boomerang... Las religiones de origen Indio como el Budismo le llaman Karma... Inclusive la misma Biblia en paradoja lo dice: "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará"... Aunque yo me acojo a la propia filosofía existencial que lo argumenta en lenguaje llano: "Recibirás lo que des".
Debemos inculcarle a nuestro estudiantado de que una acción con lleva una reacción y, como tal, si no estudias vas a repetir el mismo curso y perderás un año más de tu vida. Hay que aplicar el régimen de consecuencias porque no podemos darnos el lujo de seguir promoviendo de curso a una persona que ni si tan siquiera haber aprendido los aspectos básicos del lenguaje y mucho menos los fundamental de las matemáticas.
Y hay de aquel alumnado que no cumpla con los requisitos básicos de convivencia estudiantil porque con tan solo hacerle un llamado de la alta dirección del centro escolar y someterlo a una explicación de sus acciones, los mismos, como es de costumbre en nuestra sociedad casi todos los alumnos son criados por madres solteras, todo lo resuelven con la justificación de que ese alumno vive en un hogar disfuncional.
Pero no se plantea la situación para resolver tales fines, todo se enmarca en un estándar de justificación, y no en la pronta solución del mismo, y mejor se prefiere aplicar con lo justificado el famoso dicho: “muerto el perro, se acabó la rabia”.
¡No queremos una justificación, sino una solución!