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La Convención Internacional de Salvaguarda de la Cultura Inmaterial definió a las lenguas vernáculas como un vector, el transmisor, de este patrimonio. La uniformidad y la sacra unidad aplasta a las comunidades nativas que las usan. De las 6.258 lenguas censadas desaparece una dos semanas
De las 6.258 lenguas censadas desaparece una cada semana. El poder de la globalización, multinacionales y los Gobiernos centralistas.. son algunas de las causas. Lengua materna sólo hay una y a ti te encontré en la calle. Parafraseando la invocación al amor filial a la lengua mamada. Recordemos que ya existe el Día Internacional de la Lengua Materna.
Más de la mitad de los 6.258 idiomas del mundo están desapareciendo. Cada dos semanas liquidan uno, para siempre. Coincidiendo con la biodiversidad, las regiones más ricas son los trópicos y casi el 70% se hablan en las selvas. Más de 800 lenguas conviven en Papua Nueva Guinea y, la mitad de las lenguas, que tienen menos de 10.000 hablantes, se hablan en ocho estados.
LA Convención Internacional de Salvaguarda de la Cultura Inmaterial (creada en 2003) definió a las lenguas vernáculas como un vector, el transmisor, de este patrimonio. La uniformidad y la sacra unidad aplasta a las comunidades nativas que las usan.
Se estima que, si no se hace nada la mitad de los 6.258 idiomas hablados actualmente desaparecerá a finales de este siglo. Con la desaparición de las lenguas no escritas y no documentadas, la humanidad no sólo perdería una gran riqueza cultural, sino también conocimientos ancestrales contenidos, en particular, en las lenguas indígenas.
Sin embargo, este proceso no es ni inevitable ni irreversible: políticas lingüísticas bien planificadas e implementadas pueden reforzar los esfuerzos actuales de las comunidades de hablantes de mantener o revitalizar sus lenguas maternas y transmitirlas a las generaciones más jóvenes.
El objetivo del Programa de lenguas en peligro de la UNESCO es apoyar a las comunidades, los expertos y los gobiernos mediante la producción, coordinación y difusión de: herramientas para la vigilancia, promoción y evaluación de la situación y tendencias de la diversidad lingüística, servicios como asesoramiento, conocimientos técnicos y la capacitación, buenas prácticas y una plataforma diálogo y transferencia de habilidades.
Los globalistas, partidarios de la unilengua, consideran la suya propia o la más importante como el inglés, hacen cosas bien definidas: practican o animan al genocio o linguicidio. Para ese genocidio, fomentan el desapego de la lengua y civilización aborigen con la excusa del modernismo y manipulan para eliminar la autoestima. Si esto no es suficiente, los aparatos de los estados se encargan de simplificar, empobrecer o, en nombre de la alfabetización, eliminan la cultura portátil y viva que las madres transmiten. De los regímenes dictatoriales de izquierda o de derechas no hablemos: se llega hasta la eliminación física de los maestros o lingüistas, si los hay. O de los chamanes y sabios de la tribu. Y no pasa nada.
El adptar la "legua nacional", la unitaria conlleva mejores perspectivas de trabajo, salario, de habitación, salud, etc… de acuerdo con los expertos. “Muchas veces la gente no se da cuenta del valor de la lengua indígena, porque piensa que es algo atrasado en un mundo moderno”, explica Mithun. Sin embargo, dejar atrás el idioma materno acarrea un cambio de identidad.
Cada lengua que desaparece es una cosmovisión que pierde el Homo Sapiens, una especie que, a pesar de la reducida diversidad genética de su población, ha dado vida a una amplia diversidad cultural fruto de la adaptación a entornos heterogéneos. Si no somos sensibles a la extinción de nuestras lenguas, ¿cómo podremos serlo a la extinción de otros seres vivos?
¿Integrarse a la cultura dominante?
Ante un mundo cada vez más globalizado las lenguas maternas sucumben. Ante la presión de las grandes empresas multinacionales o no, la mayoría dirigidas por blancos y mercenarios en lugares donde sus poderes inmensos se extienden hoy, incluyendo las comunidades indígenas, terminan por "integrarse" a la cultura dominante, porque es el único medio físico de subsistir. "Integrarse" o morir. "integrarse" en el sentido de dejarse absorber, no en el positivo.
Esto hace que sus lenguas originales se vayan perdiendo . Tal fenómeno supone mucho más que la pérdida de unas palabras, supone la destrucción de una forma de ver la vida, la huida hacia una nueva cultura, el fin muchas veces de lo mejor de nuestros antepasados y de su sabiduría ancestral.
Esa tesis la sostuvieron expertos en el tema en una reunión mantenida hace tiempo en Quito. Para ser exactos, de los más de 6000 idiomas censados en el planeta, más de 2.500 están en riesgo de desaparecer según informa la Unesco (Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Por ejemplo, "el andoa ecuatoriano es una lengua de la que queda tan sólo un hablante. El zápara lo dominan hoy sólo seis ancianos. Cuando estas personas mueran, irremediablemente se perderán los conocimientos naturales, además de una manera de concebir el espacio, el universo y la relación con otros seres humanos", denuncó Marleen Haboud, la coordinadora del Congreso Internacional sobre el tema que se celebró en una Universidad de Quito.
La diversidad de las lenguas “muestra las distintas maneras en las que la mente humana puede codificar, entender y sistematizar el mundo, la experiencia en acción. Son formas que nunca se nos ocurrirían a nosotros si sólo hablamos una lengua europea”, explicó Marianne Mithun, una lingüista norteamericana que participó en el congreso.
Los continentes donde la amenaza es mayor son Oceanía y América. En Brasil 190 idiomas están en riesgo de desaparecer, en México 144, en Colombia 68 y en Perú 62. Claude Hagège en su nuevo libro, “Halte à la mort des langues” (!Alto a la muerte de las lenguas¡), publicado en París dice: "Por supuesto, las lenguas son mortales como las civilizaciones", reconoce.
Hagège, inventor e impulsor del concepto de lingüicidio.
"Pero no es por mera manía profesional que me preocupa su desaparición. Los idiomas son un reflejo de la inmensidad de las costumbres y las formas de vida que constituyen el mundo, son como ventanas a través de las cuales las poblaciones humanas ponen el universo en palabras. La pérdida de una lengua significa, por lo tanto, la pérdida de una visión del mundo: un empobrecimiento y un empequeñecimiento de la inteligencia humana". El caso de las lenguas africanas que clasifican y dividen los objetos del mundo según criterios impensados para un europeo (objetos largos, redondos, comestibles, no comestibles) es apenas uno de los ejemplos a los que recurre Hagège para ilustrar la riqueza amenazada.
Hagège considera "alarmante" que, de aquí a un siglo, la humanidad pueda perder "la mitad de su patrimonio lingüistico" y compara la situación con el peligroso detrimento que se viene registrando últimamente en materia de especies naturales: según un estudio publicado en marzo de 2000 por el diario Le Monde, el ritmo de desaparición de las especies vivas es de mil a 10 mil veces superior al registrado en los periodos geológicos de extinción. Un 8% de las especies mamíferas corren un serio riesgo, lo mismo que un 3% . "Si la progresión continúa a este ritmo, la mitad de las especies animales podrá haber desaparecido para el año 2400", indica Hagège. "El número es muy parecido al de las lenguas amenazadas".
Resulta revelador, por otra parte, que el 90 % de las lenguas hoy existentes (las más desconocidas) sean habladas por apenas el 5% de la población mundial. Dicho de otra manera: de los más de 5.000 idiomas que se calculan hoy en práctica, solamente unos 600 los hablan por más de 100 mil personas, mientras que 500 no llegan a tener 100 hablantes. La mayoría de los 170 estados que se suelen considerar como soberanos y políticamente independientes poseen como lengua oficial, única o no, alguno de los idiomas más divulgados en la actualidad: inglés, español, chino, árabe, francés, portugués.
Un grupo de 22 países se destaca especialmente por la cantidad de lenguas que se hablaban en ellos a comienzos de los 90, momento de los últimos censos de importancia. Nueve de esos países poseen, cada uno, más de 200 lenguas: en Nueva Guinea se hablan unos 850 idiomas; en Indonesia unos 670; luego vienen Nigeria(410), la India (380), Camerún (270), México (240), la República del Congo (210), Brasil y Australia, estos dos últimos con unas 200 lenguas cada uno."Australia es, sin duda, el lugar donde han sido mayores y más violentos los daños provocados a las lenguas y a los hombres", dice Hagège. "Hace unos doscientos años vivían allí, aproximadamente, uno o dos millones de aborígenes que hablaban unas 250 lenguas. Más de cincuenta lenguas han desaparecido tras la llegada de los europeos, y ciento cincuenta están moribundas. De las cincuenta restantes, más de la mitad no son comprendidas ni habladas por menores de 15 años".
Además de las presiones externas para imponer una lengua “unitaria” y por supuesto extraña, se produce el fenómeno que hemos mencionado: las propias comunidades autóctonas terminan por abandonar su propio idioma por la necesidad de “integrarse” en la sociedad que ahora es mayoritaria. O morir, incluso físicamente.
BILINGUSMIO o TRI…
La famosa lingüista. Marianne Withun enfatizó en que la única solución es que la nueva generación aprenda los dos idiomas. Que sea bilingüe, trilingue o multilingue cosa perfectamente factible.
Esa estrategia es la que están siguiendo los indígenas achuar en Ecuador, según Sumpinanch Celestino Aij Tuntuam, profesor de 27 años de la comunidad amazónica de Kupit. “Nosotros mantenemos, valorando cultura y tradición, la vestimenta, y algunas cosas, y sabemos comunicamos en español, pero sin olvidar jamás achuar”, dijo en Quito Aij Tuntuam, quien aparecía ataviado con un tocado de plumas y un gran collar de cuentas, y llevaba la cara pintada con líneas negras a modo de felino“.
En su comunidad todos los allí residentes hablan achuar, la mitad de ellos sabe español y un 20% shuar, explicó. En todo Ecuador existen tan sólo 2.500 hablantes de achuar y 35.000 de shuar.
“Una lengua puede desaparecer muy, muy rápidamente. Se puede pensar que hay un montón de hablantes, pero todos son más o menos de la misma edad, viejos, y pronto llegará un tiempo en que el idioma se pierda, cuando esa generación desaparezca y cuando eso ocurra no habrá forma ni medios para recuperarlo”, sentencia Mithun.
En Perú según informa el Boletín EIB Sur, el "kukama", una lengua de la familia Tupi-Guarani, está agonizante y cada dos semanas otra seguirá la misma suerte. “Y si las cosas siguen así, a fines de siglo se habrá extinguido la mitad de las lenguas del mundo” -opina el boletín citado.
La información ha aparecido como noticia en distintos medios internacionales (El País, New York Times, The Independent) por nombrar sólo algunos. En algunos periódicos sin añadirle un comentario adecuado que debería incluir la palabra "lamentable". Hay cosas mucho más espectaculares y que enganchan más al lector. ¿Quién está interesado en el lingüicidio, o genocidio lingüistico?
La situación vulnerable en la que se encuentran las lenguas indígenas no es una novedad, pero es la primera vez que este hecho se vuelve “noticia”. La razón de esto es que National Geographic ha financiado una investigación sobre las lenguas en peligro, –encabezada por los lingüistas Anderson y Harrison del Instituto de Lenguas Vivas.
Sus resultados serán motivo de algunos documentales de televisión, etc…. Harrison y Anderson, nos dicen en el National Geographic News, “Viajaron por todo el mundo para entrevistar a los últimos hablantes de lenguas en peligro”, como parte de un proyecto de sociedad que edita la famosa revista.
Sin uso, un idioma nativo se degrada en la mente del hablante. Los idiomas suelen alcanzar el punto de crisis después de ser desplazados por otro social, política y económicamente dominante, como dicen los lingüistas. En este escenario, la mayoría habla otro idioma: inglés, mandarín, swahili, así que hablar esas lenguas es clave para acceder a puestos de trabajo, educación y oportunidades.
A veces, sobre todo en las comunidades de inmigrantes, los padres decidirán no enseñar a sus hijos en su lengua materna, al percibirla como un obstáculo potencial para el éxito en la vida. Pero también ha pasado, que los hablantes de lenguas minoritarias han sufrido una larga historia de persecuciones. Hasta bien entrado el siglo XX, muchos niños nativos americanos en Canadá y los Estados Unidos fueron enviados a internados, donde a menudo se les prohibía hablar su lengua materna. Hoy día, muchos norteamericanos de habla inglesa son todavía hostiles hacia personas que no hablan inglés, especialmente hispanos
También sigue teniendo lugar la persecución extrema. En agosto pasado, un lingüista en China fue arrestado por tratar de abrir escuelas que enseñasen su lengua materna, uigur. No se ha sabido nada de él desde entonces.
La gran solución es el bilingüismo que enriquece al que lo practica y a su familia
El Atlas 300 lenguas en EE.UU. y Cánada
Prácticamente todos los idiomas (minoritarios) de EE.UU. y Canadá están en peligro. Peter Austin, profesor de lingüística de campo de la Universidad de Londres, dice que por estas y otras razones, hay lenguas que se están extinguiendo por todo el mundo.
El Atlas de las lenguas en peligro en el mundo de la Unesco tiene a 576 clasificadas como en grave peligro y a miles más como en peligro o amenazadas. El mayor número se hallan en América.
"Incluso un lenguaje como el Navajo, con miles de hablantes, entra en esa categoría, ya que muy pocos niños lo están aprendiendo". Si se mide en proporción a la población, sin embargo, Australia tiene el récord mundial de lenguas en peligro.
Cuando los europeos llegaron por primera vez allí, se hablaban 300 lenguas aborígenes en todo el país. Desde entonces, se han extinguido más o menos 100 y los lingüistas consideran que el 95% de las restantes está a punto de hacerlo. Solo una docena de las 300 lenguas originales se siguen enseñándose a los niños.
Tom Belt, natural de Oklahoma, no conoció la lengua inglesa hasta que empezó en el jardín de infancia. En su casa, se hablaba en cheroqui. Belt creció montando caballos y después de la enseñanza primaria viajó por todo el país haciendo el circuito de rodeo. Finalmente, terminó en Carolina del Norte en busca de una mujer a la que había conocido en la escuela 20 años antes.
"Hace muchos años ella me había dicho que le atraía de mí el hecho de que yo era el cheroqui más joven que había conocido que podía hablar cheroqui", dice y añade: "Me compré un billete de ida y vuelta para visitarla, pero nunca usé la vuelta". Me quedé.. La pareja se casó. Sin embargo, su esposa, también cheroqui, no hablaba el idioma. Él pronto se dio cuenta de que él era una minoría entre su propia gente. En aquel entonces, solo quedaban 400 hablantes de cheroqui en la Banda Oriental, la tribu ubicada en la patria histórica de los cheroqui y la tribu a la que pertenece su esposa. Los niños tampoco estaban aprendiendo el idioma. "Empecé a apercibirme de la gravedad de la situación", dice Belt. Así que decidió hacer algo al respecto.
El cheroqui está lejos de ser la única lengua minoritaria en peligro de extinción. Durante el último siglo se han extinguido alrededor de 400 idiomas, aproximadamente uno cada dos meses, y la mayoría de los lingüistas estiman que el 50% de las 6.500 lenguas restantes del mundo estarán en grave peligro si alguien no toma conciencia, por ejemplo la UNESCO o las Naciones Unidas.
En la actualidad, hay 6.000 lenguas restantes en el mundo que engloban, aproximadamente, a la mitad de la población mundial. ¿Es posible preservar la diversidad de idiomas, o estamos en camino de convertirnos en una especie monolingüe?
Debido a que hay tantos idiomas en peligro, es imposible etiquetar uno solo como el más raro o el más amenazado, pero hay al menos 100 en todo el mundo que solo tienen un puñado de hablantes, desde el ainu en Japón al yagán en Chile. También es imposible encontrar a estas personas.
Hay algunos casos famosos: Marie Smith Jones falleció en Alaska en 2008, llevándose consigo la lengua eyak. Normalmente se trata de personas mayores (habitualmente en un estado precario de salud) que no anuncian sus habilidades lingüísticas.
"Cuanto menor es el número de hablantes, más difícil es obtener un recuento exacto", dice David Harrison, presidente del departamento de lingüística de Swarthmore College y cofundador de la ONG Living Tongues Institute for Endangered Languages (Instituto de lenguas vivas para miar por las amenazadas). Pero es difícil determinar cuál es la lengua más amenazada.
Aunque lo sigan hablando cierto número de personas, es posible que vivan lejos y no conversen las unas con las otras, o en el caso de la lengua precolombina mexicana ayapaneco, por lejanía.
Sin práctica, incluso un idioma nativo comenzará a degradarse en la mente del hablante. Salikoko Mufwene, un lingüista de la Universidad de Chicago, se crió conversando en kiyansi, hablado por un pequeño grupo étnico en la República Democrática del Congo.
En 40 años que lleva viviendo fuera de la República Democrática del Congo, Mufwene solo se ha encontrado con dos personas que hablan el idioma. En un viaje reciente a su pueblo natal, comprobó que le fallaban las palabras y tenía dificultades para seguir en la conversación. "Me di cuenta de que el kiyansi existe más en mi imaginación que en la práctica", dice. "Así es como mueren los idiomas".
Algunas personas argumentan que la pérdida de la lengua, al igual que la pérdida de especies, es simplemente un hecho de la vida en un planeta en constante evolución. Pero abundan los argumentos en contra. "Gran cantidad de personas invocan el darwinismo social al decir 'a quién le importa'", dice Mark Turin, antropólogo y lingüista de la Universidad de Yale.
"Pero gastamos enormes cantidades de dinero en armamento, ocio y en proteger especies y la biodiversidad, así que ¿por qué la única cosa que nos hace singularmente humanos no debe ser nutrida y protegida de manera similar?", asegura. Y lo que es más, las lenguas son las conductoras del patrimonio de la humanidad.
La escritura es un desarrollo relativamente reciente en nuestra historia (actualmente existen sistemas alfabeto escritos solo para aproximadamente un tercio de las lenguas del mundo), por lo que la lengua en sí es a menudo la única manera de transmitir canciones, historias y poemas de una comunidad.
La Ilíada era una historia oral, antes de que fuera escrita, al igual que La Odisea. "¿Cuántas tradiciones más están ahí fuera, en el mundo que nunca conoceremos porque nadie las registró antes de que desapareciera la lengua?" dice Austin.
Las lenguas también transmiten culturas únicas. La lengua cheroqui, por ejemplo, no tiene una palabra para despedirse, solo "te volveré a ver". Del mismo modo, no existe ninguna frase para "lo siento", excepto en inglés. Por otro lado, tiene expresiones especiales propias de ella misma. Una palabra: oo-kah-huh-sdee, representa el deleite que nos hace la boca agua y nos produce cosquilleo que experimentamos al ver a un adorable bebé o un gatito.
"Todas estas cosas transmiten una cultura, una manera de interpretar la conducta humana y las emociones que no es transmitida de la misma manera que en la lengua inglesa", dice Belt. Sin el lenguaje, la cultura misma podría tambalearse o incluso desaparecer. "Si vamos a sobrevivir, seguir adelante y existir como un pueblo con una cultura distinta y única", continúa, "entonces tenemos que tener una lengua".
"Es muy difícil entender eso para un hablante de inglés", añade Lenore Grenoble, una lingüista de la Universidad de Chicago. "Pero oyes eso una y otra vez: la gente no inglesa siente la pérdida de su lengua de una manera muy personal".
La riqueza de la sabiduría es otro argumento que refleja la conservación de la biodiversidad. Del mismo modo que los ecosistemas proporcionan una gran cantidad de servicios para la humanidad, algunos conocidos, otros no reconocidos o aún por descubrir, los idiomas, también están llenos de posibilidades. Contienen un cuerpo acumulado de conocimientos, incluidos los de geografía, zoología, matemáticas, navegación, astronomía, farmacología, botánica, meteorología y muchos más.
Ninguna cultura tiene el monopolio del genio humano y nunca se sabe de dónde puede salir la próxima idea brillante, perdemos conocimiento antiguo si perdemos idiomas
David Harrison, presidente del departamento de lingüística de Swarthmore College. "Ninguna cultura tiene el monopolio del genio humano y nunca se sabe de dónde puede salir una próxima idea más brillante", dice Harrison. "Perdemos conocimiento antiguo de nuestros antepasados, si perdemos idiomas".
Por último, las lenguas son formas únicas de interpretar el mundo y no hay dos que sean iguales. Como tales, pueden dar una idea de la neurología, la psicología y las capacidades lingüísticas de nuestra especie. "Diferentes lenguas proporcionan distintas vías de pensamiento y marcos para pensar y resolver problemas", dice Harrison.
Volviendo al cheroqui, a diferencia del inglés está basado en verbos y no en sustantivos, y esos verbos pueden conjugarse en multitud de formas dependiendo en sobre quién están actuando. Y dependiendo del sufijo, los hablantes pueden indicar si un sustantivo se está acercando o alejando de ellos; cuesta arriba o cuesta abajo; o río arriba o río abajo. Es una manera mucho más precisa de tratar con el mundo que el inglés. "Es un error común pensar que estas lenguas son simples solo porque muchas de ellas tienen forma solo escrita", dice Turin. "Pero la mayoría tienen sistemas gramaticales increíblemente complejos que superan con creces al del inglés".
Luchar para preservar
Por todas estas razones, los lingüistas están luchando para documentar y archivar la diversidad de lenguas que están desapareciendo rápidamente. Sus esfuerzos incluyen hacer diccionarios, registrar historias y tradiciones, y traducir las historias orales. Pero necesitamos hablantes porque sin hablantes o personas interesadas en revitalizarlos, sin embargo, estos esfuerzos son como "la preservación de las lenguas como piezas de museo", dice Mufwene.
Lenguas Revividas
Saegún Bernard Perley, antropólogo de la Universidad de Wisconsin, Milwaukee. Gracias a la tecnología también hay algunos ejemplos de lenguas que han sido revividas, incluso después de haberse extinguido.
En la década de 1960, fallecieron los últimos hablantes de la lengua miami que vivían en el Medio oeste norteamericano. Gracias en gran parte a los esfuerzos de un miembro interesado de la tribu de la Nación Miami, la lengua se enseña en la actualidad en la Universidad de Miami en Ohio. "Y preguntó ¿y si los expertos están equivocados? ¿Qué pasaría si el idioma solo estuviera durmiendo, y pudiésemos despertarlo?", comenta Perley. "Cambiaron la retórica de la muerte por la de la vida".
Hasta cierto punto, la tecnología puede ayudar a estos esfuerzos. "Muchos hablantes están utilizando la tecnología para hacer cosas realmente interesantes que no se podían imaginar una generación atrás", dice Turin. Por ejemplo, hay una versión de Windows 8 disponible en cheroqui, porque hay una aplicación de cheroqui que permite a los hablantes escribir mensajes en las 85 letras del idioma. También hay multitud de sitios dedicados a lenguas individuales o a lenguas de cierta región que unen a hablantes y proporcionan herramientas de aprendizaje multimedia, incluyendo el proyecto Digital Himalayas (Himalaya digital), el blog Diyari, el proyecto Arctic Languages Vitality (Vitalidad de los idiomas árticos) y el proyecto Enduring Voices (voces duraderas).
Gracias a esos esfuerzos, hoy alrededor de 60 de sus hijos pueden hablar cheroqui: unas cifras mucho mejoras que cuando Belt se mudó a Carolina del Norte en 1991. Belt, junto con incontables hablantes de lenguas raras y en peligro de extinción, no está dispuestos a dejar que su lengua desaparezca en la historia, incluso aunque el camino hacia la revitalización sea cuesta arriba.