Tal vez muchas personas nos digan que la lectura es un arte que se ha perdido y que no habrá ninguna manera de que se recupere. De ser así, tendríamos que admitir que la lectura no es una de las formas de cultura que suelen estar más presentes en nuestro día a día. Sin embargo, apenas tomamos un libro, ya sabemos que estamos entrando a una región en la que lo imposible tal vez pueda hacerse posible. La fantasía gobierna la lectura y para que la lectura deje de existir, tendremos que quedarnos sin esa capacidad. Las novelas románticas vienen a recordarnos todo esto. Pero, ¿cómo?

Elegir novelas románticas

Las novelas románticas suelen gozar de muchos lectores: sus tramas son envolventes, su lengua es el del asombro y su elocuencia suele gustar a personas que tal vez no tengan la sensibilidad necesaria para leer otras obras. Pero esto se debe a varias razones.

Para empezar, las novelas románticas suelen poseer tramas o historias con las que los lectores pueden sentirse identificados. Esto se debe a que son anécdotas que las personas han vivido y en las que podemos admitir que no suena jalado de los cabellos saber que una vivencia de un personaje puede ser una propia también.

Tiempo para leer

Nuestra primera queja cuando intentamos tomar un libro es que no tenemos el tiempo que desearíamos dedicarle a la lectura. Esto se debe muchas veces a que solemos creer que tenemos que dedicarle un tiempo especial a la lectura y que sin ese tiempo no podremos leer de ningún modo. Quién quita que esto pueda llevarnos a obtener alguna de las becas para estudiar en los estados unidos.

Pero una de las preocupaciones que están inmersas en las novelas de este género, y de la que no podemos salvarnos apenas echamos una mirada a ellas, es que el tiempo que le dediquemos a la novela será un tiempo en el que todo lo que venga a nuestros ojos vendrá con suma concentración. El tiempo de lectura que le dediquemos a las novelas románticas será un tiempo que puede ser cualquier tiempo, pero que nos devolverá con creces ese asomo.

Recobrar el romance

Una de las principales virtudes de las novelas de este género está en reconectarnos con ese lado de la vida con el que nos cuesta conectarnos muchas veces, así sea porque eludimos hablar de él: el romance.

No siempre sabemos que el romance está tocando a nuestras puertas. Pero, si leemos otras experiencias como las que nos ofrecen las novelas, puede que lo recibamos de otra manera: de una forma más gozosa, entregada, amable.