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Actitud persistente de ciertos intelectuales de obviar praxis antidemocráticas y antihumanas de gobiernos de inspiración marxista. La cultura política nos evita cometer tal error
El experimento marxista-leninista soviético continuado dirijencialmente por Iósif Stalin a la muerte de Vladimir Ilyich Lenin en enero de 1924, consolidando un experimento totalitario, impuesto a otros pueblos de Europa oriental…Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Yugoslavia, Albania, Bulgaria y Alemania Oriental…conocidos como “Bloque del Este”, “Bloque Comunista” o “Países de la Cortina de Hierro”; llamado por los intelectuales, “socialismo real”, que inició con La Revolución Rusa en 1917 , a conducida políticamente por el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), supuesta vanguardia de profesionales revolucionarios, manejado férrea e inescrupulosamente por Stalin desde 1920 hasta 1953.
La monstruosidad oprobiosa y antihumana del régimen marxista-leninista soviético-estalinista fue de tal magnitud, que bastará conocer el testimonio histórico de ciertos historiadores, afirmando que: ¡ Las víctimas de este régimen se calculan entre 4 y 60 Millones de muertos ! ¡Hermosísimo sacrificio y derramamiento de sangre inocente a los ojos del maligno! El catedrático Eduardo Jorge Arnoletto , en una de sus obras describe muy apropiadamente la debilidad humana ante el ejercicio del poder político: “… quienes logran concentrar el poder político se autoasignan toda clase de privilegios y beneficios y terminan configurando una oligarquía separada …”
Una revolución incipiente, que con la muerte de Lenin y el empoderamiento de Stalin, redimensionó la naturaleza de este inicial proyecto proletario, a un estalinismo, continuador fáctico a nombre del proletariado y del comunismo, un proyecto político-social-económico, supuestamente fortalecedor de la clase proletaria y ejerciendo el poder a través de una dictadura clasista, la “ dictadura proletaria ”, que se estancó en su fase colectivista . A medida que el pueblo soviético y los pueblos conformadores de la “Cortina de Hierro”, constataban la naturaleza cruel y opresiva de este experimento marxista, fueron creando mayor conciencia popular, creciente presión y descontento social.
Un sistema experimental que no pudo concretizar el comunismo en la sociedad rusa, mucho menos en los países del Bloque Comunista, pretendiendo transformarla radicalmente pero, sin consultarla; sin clases sociales…aunque sometida por una oligarquía estalinista; sin estado…aunque este, sea la manifestación socio-política, necesaria para la administración, la regulación, la solución de conflictos y, la representatividad de toda nación organizada…; con alta productividad y distribución de ingresos según las necesidades de cada quien; con ciudadanos teóricamente transformados en su calidad humana…sin sentido de la propiedad, sin egoísmo, con un sentido comunitario y social del trabajo…pero, que terminó siendo víctima de su ingente disfuncionalidad y aleccionando a todos los teóricos políticos a fin de mejorar la praxis política mundial desde doctrinas actualizadas; que además, se constituyó en un imperialismo de injerencia e intervencionismo mundial; un sistema genocida, de una aterradora realidad sistemática, lesionadora de la dignidad y los derechos humanos más elementales, no solamente del pueblo soviético, sino además, de los pueblos del Bloque Comunista en Europa Oriental, que fueron sometidos por la fuerza militar. Naciones estas que, servían de contención ante la amenaza potencial invasora de occidente.
“…quienes logran concentrar el poder político se autoasignan toda clase de privilegios y beneficios y terminan configurando una oligarquía separada…”
Factor decisivo del desmoronamiento de este sistema fueron (a).- La imposición al pueblo ruso, de un proyecto político inflexible, pues no admitía correcciones metodológicas, ni conceptuales, ni disidencia; conculcador de la mayoría de los Derechos Humanos. (b).- La visión del líder ruso comunista, Mijail Gorvachov , impulsador desde su gobierno (1985), del glasnot (apertura) y de la perestroika (reestructuración), tanto en su patria como en las naciones sometidas a este imperialismo marxista, iniciándose con estos cambios estructurales, el fin de un experimento antihumano y antidemocrático.
Otro experimento social en este sentido, fue el realizado en Nicaragua por la vanguardia del FSLN en la década de los ochenta, e inspirado en la revolución cubana (mutación del marxismo-leninismo soviético), utilizando el método de las concepciones primeras de Marx: el de la revolución, método violento, radical y destructivo de la superestructura social (conjunto de formas políticas, jurídicas, artísticas, morales y religiosas que responden a los intereses de la clase en el poder) mediante la susodicha dictadura proletaria.
Stalin y el estalinismo, hicieron fracasar la Revolución Rusa de 1917 en la ex Unión Soviética, y Daniel y el danielismo, hicieron fracasar la revolución nicaragüense de 1979 desde su primera fase en la década de los ochenta, ambos al cometer semejantes errores metodológicos de gestión gubernamental, de lectura doctrinal marxista, de abuso de poder y, de sometimiento a las debilidades personales.