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Desde que el hombre inicio el camino de su socialización, se ha enfrascado en lograr un sistema gubernamental donde se le tome en cuenta en todo, sobre todo en lo relativo al ejercicio del poder político. Hasta el presente grupos oprtunistas lo han impedido eficazmente
Introducción
El presente trabajo teórico político, corregido y actualizado de otras publicaciones periodísticas propias en Internet, con recientes acotaciones, pretendiendo hacernos reflexionar más profundamente en torno a los gobiernos de nuestros países latinoamericanos. Es hora de que estos pueblos hundidos en la pobreza y la ignorancia, hagan ultra-esfuerzos por aprovechar las facilidades tecnológicas actuales y se interesen por hacer trabajar sistemáticamente el pensamiento reflexivo y racional; en ir comprendiendo cada día más, la problemática pretérita y presente en cada una de nuestras regiones. La historia resulta utilísima concreción en la compresión de los procesos socio-políticos, en la toma de óptimas decisiones electorales y, en nuestras particulares evoluciones ideológicas; respaldo probatorio de toda evaluación en las trayectorias prácticas de todo experimento económico, político o social.
A los interesados en temas de vital importancia, en el escrutinio de un pasado del que solo tenemos la historia, y a otros, ávidos de análisis políticos para proveerse de herramientas apologéticas, los invito a que examinen detenidamente esta exposición teórico-política. Agradeciéndoles anticipadamente, me hagan llegar comentarios con verdadera profundidad temática, todo esto, dentro de un mundo globalizado con grandes facilidades de comunicación e intercambio conceptual que nos ayuden a construir fortalezas argumentales, a desviar los dardos envenenados de mentes oscurantistas, engañosas e involutivas, que no asimilan ni desean rectificar la praxis política errónea, retardadoras del desarrollo cultural, socio-económico, mentes adeptas a sistemas gubernamentales injustos y represivos, sometidas al culto personal e incondicional que solo conllevan infelicidad social e inmersión en las aguas enturbiadas y cenagosas de liderazgos egocéntricos; así como también a facilitar, la maduración social de los pueblos latinoamericanos.
Siendo La Biblia, la manifestación más directa y mínima de la mente más poderosa y creadora del universo, no debemos obviar sus consejos de aplicación práctica en todos los tiempos y etapas vivenciales humanas, como el expresado en 1ra.Tes.5-21: “ Examinadlo todo; retened lo bueno ”; y precisamente, este ensayo se apoya en esta sencilla metodología, facilitadora de un pensamiento amplio e incluyente de la diversidad realística, entendiendo las cosas en su real dimensión y logrando la transformación que Dios metodológicamente nos indica: “ …transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento… ” (Romanos 12: 2); tratándose pues, de examinar toda situación, y poco a poco, aumentar nuestra captación del sentido o significado de las cosas, de llegar a adquirir conciencia de las intenciones y motivaciones humanas, con predominio reflexivo para instaurarnos en la mansión de la razón y no en la choza del fanatismo ciego, matrero y falto sabia utilidad.
El principal problema político de las sociedades humanas, ha sido y sigue siendo, hacer realidad funcional un sistema gubernamental de bienestar y equidad común para todos los sectores sociales, tanto mayoritarios como minoritarios. Esta ansiosa búsqueda humana desde que el hombre evolucionó a un ser social, celebrando un “contrato” o “pacto” social, en el que cedió parte de sus derechos inherentes a su condición humana , a cambio que El Estado, como ente institucional necesario, y, manifestación socio-política nacional de coherencia gubernativa, regulador, administrador y representante de la sociedad en su conjunto, le proveyera progresivamente (en la medida del aumento de la riqueza social) de protección, justicia, bienestar y facilitación resolutiva a sus necesidades.
Adversamente, grupos oportunistas, corruptos y aliados a malvados líderes sociales, conformaron lo que se conoce modernamente como “oligarquías” o grupos emergentes de poder
Adversamente, grupos oportunistas, corruptos y aliados a malvados líderes sociales, conformaron lo que se conoce modernamente como “ oligarquías ” o grupos emergentes de poder que unilateralmente, se han estado enriqueciendo y han estado abusando de una representatividad y autoridad delegada por comunidades, pueblos y naciones, e incumpliendo ese original contrato o acuerdo social, manipulando y acomodando las particulares leyes a sus propios intereses. Al irse entronizando y afianzando estos grupos confabulados para sustraer y apropiarse injustamente de gran parte de la riqueza social producida por todos, la desigualdad e injusticia social se fue haciendo cada vez más evidente y de proporciones insoportables.
Las consecuentes preguntas serían: ¿ si una de las partes contractuales sociales, incumple contrato, podrá exigir a su contraparte el debido cumplimiento contractual? ¿Estará en su legítimo derecho la parte contractual afectada (el pueblo o sociedad) por dicho incumplimiento a no solamente desconocer a un Estado incumplidor, sino además, de valerse de los medios de resistencia y hasta de lucha social con el objetivo de hacer prevalecer sus debidos derechos? Todos los pueblos del orbe han estado añorando sistemas en los cuales, el manejo real del poder, sea desde el pueblo, para el pueblo y por el pueblo, sistemas con equidad distributiva del acrecentamiento de la riqueza social para toda la sociedad; donde se den elecciones democráticas, justas y transparentes de nuestros funcionarios públicos, respetando la voluntad electoral de la mayoría; donde se respeten todos los derechos humanos, facilitador y satisfacedor de todas las necesidades individuales relativas a la justicia, la alimentación, vestuario, vivienda, salud, educación, transporte, etc.; donde exista una institucionalidad despartidizada (imparcial, con visión funcional nacionalista, y no meramente partidaria); eficiente (con planificación presupuestaria transparente, con políticas económicas y fiscales en beneficio preeminente de los estratos sociales con menos poder adquisitivo, pero, sin apartar deliberadamente a los estratos minoritarios); y, capaz (con funcionarios idóneos en trayectorias políticas, familiares y laborales, escasamente burocráticos, paradigmáticos del respeto y cumplimiento del orden jurídico). Expresado sencillamente: La realización político-social y económica, de un régimen verdaderamente democrático y justo, estratégicamente capaz de realizar sustituciones de funcionarios principales (ministros, directores, magistrados y hasta de Presidentes o Jefes de Estado) en cualquier etapa del período funcional público, cuando estos estén actuando en provecho sectorial y no nacional.
Precisamente, en un escrito periodístico de “El Nuevo Diario” de Nicaragua (24/jun/2012), titulado “ Presidentes elegidos deben terminar su período ”, donde algunos analistas como Alberto Alemán, quien opinaba que, “ por el bien del afianzamiento de la democracia en América Latina, los presidentes democráticamente elegidos deben terminar sus períodos constitucionales ”, pero, creo que en los tiempos actuales, este esquema jurídico-metodológico y doctrinal, es totalmente inapropiado en la preservación del equilibrio democrático, y además, ineficaz en lograr una funcionalidad gubernamental y estatal en provecho de los pueblos y de los intereses nacionales. Pues, ¿por qué deberá permanecer en un cargo público, un funcionario estatal de máxima jerarquía, cuando, su funcionalidad está totalmente apartada de la transparencia, divorciada del ordenamiento jurídico nacional y confabulado en sacar ilícitamente el máximo provecho personal y a favor de su propio partido? Cualquier empleado de menor rango, cuando en sus funciones comete fallas disciplinarias o funcionales, es decir, no es un “buen trabajador”, simple y raudamente, es separado de su cargo, aunque exista de por medio un contrato temporal. Este mismo principio debe aplicarse para los funcionarios de máximo nivel, aunque dicho funcionario sea el mismo Presidente de la Republica o el Jefe de Estado de cualquier nación. Pero además, no se trata solamente de modernizar las constituciones nacionales, sino también, de facilitarle a los otros poderes del estado el actuar en esta dirección a fin de preservar el balance de poderes y el desarraigo de toda gestión gubernamental propiciadora de dictaduras o gobiernos totalitarios. Esto, entre otras medidas complementarias en el logro de estados y gobiernos modernos.
Por su parte, Róger Guevara Mena, refiriéndose a la destitución del Presidente Lugo de Paraguay, a través del juicio político realizado, primeramente sostuvo que, fue “ demasiado rápido ”, pero debemos estar claros, que este accionar estatal tiene que ser lo más rápido posible, pues, entre más tiempo transcurre entre las anomalías funcionales y la efectiva destitución o deshabilitación, más difícil y traumática será su realización legal y efectiva; siendo además, según sus palabras, “ una situación que obliga a los jefes de Estado a verificar su comportamiento ”, lo cual sería aceptable a partir de la rapidez y facilidad relativa de implementación en la corrección del rumbo institucional y del cambio del funcionario respectivo.
La historia resulta utilísima concreción en la compresión de los procesos socio-políticos, en la toma de óptimas decisiones electorales y, en nuestras particulares evoluciones ideológicas