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La Nutrición Ortomolecular se basa en la afirmación de que muchas enfermedades se deben a una deficiencia de determinados nutrientes y basta proporcionárselos de nuevo al organismo cuando hay carencias de alguna de ellas para que éste recupere la salud
Linus Pauling (bioquímico, premio Nobel de Química en 1954 y premio Nobel de la Paz en 1962) fue quien acuñó el concepto de nutrición ortomolecular con la siguiente frase: "Nutrición ortomolecular significa conservar una salud óptima y tratar las enfermedades variando las concentraciones de las sustancias que están normalmente presentes en el organismo y que son necesarias para una buena salud". El término ortomolecular acuñado por Pauling procede de orto -que significa adecuado o correcto - y molécula -unidad mínima de una sustancia.
La Nutrición Ortomolecular investiga, por un lado, los mecanismos bioquímicos mediante los cuales son asimilados y metabolizados los nutrientes indispensables para la vida; y, por otro, de qué manera su carencia provoca desórdenes fisiológicos. Además pone en práctica técnicas terapéuticas y preventivas utilizando sustancias como vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, ácidos grasos esenciales y fitoquímicos para tratar, de forma única o unida a otras terapias, todo tipo de problemas de salud.
Richard A. Passwater, bioquímico especializado en Nutrición Ortomolecular, explica que un déficit de nutrientes no es sino la primera etapa de un proceso que suele terminar desembocando en diferentes desajustes o desequilibrios que finalmente se manifiestan en el cuerpo. Este déficit suele deberse a:
- Una alimentación desequilibrada.
- La carencia de nutrientes en los alimentos que actualmente consumimos.
- Cocinar los alimentos a altas temperaturas.
- La contaminación medioambiental.
- El excesivo consumo de azúcares, cereales y harinas refinadas.
- La ingesta excesiva de grasas y derivados.
- El consumo de conservantes, colorantes, aditivos, pesticidas, etc.
- Los desequilibrios en la digestión.
- Una insuficiente ingesta de fibra.
- El consumo de leche animal y derivados lácteos.
- El consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias tóxicas.
- La ingesta de metales pesados con el agua y los alimentos.
- El estrés sostenido.
- Desórdenes en el sueño.
- La falta de actividad física.
La Segunda etapa es bioquímica, culmina en lo que llamamos enfermedad y se produce cuando disminuye el nivel de actividad de las "enzimas" (se han identificado ya más de 3.000), sustancias de naturaleza proteica que actúan como catalizadores, es decir, multiplicando de forma notable con su simple presencia muchas de las reacciones químicas que se producen en nuestro interior sin sufrir ellas transformación alguna, es decir, permaneciendo inalteradas. Siendo interesante resaltar que muchas de ellas tienen alguna de las vitaminas de la familia B incorporadas a su estructura por lo que su carencia puede ser causa de que no sinteticemos suficientes enzimas. Y es importante saber que ese déficit puede dar lugar a:
- La inhibición y destrucción de enzimas.
- La dificultad para producir energía a nivel mitocondrial.
- Incapacitación para la síntesis de proteínas.
- Agotamiento nutricional.
- Afectación del material genético.
- Daño en la estructura y función celular.
- Alteración de las rutas metabólicas.
- Daño oxidativo sobre la estructura celular.
La Tercera etapa se da a nivel fisiológico y es donde aparecen signos claros de enfermedad. Ahora bien, los síntomas iniciales de una deficiencia subclínica de nutrientes son muchos y extraordinariamente variados. Y puede que no les demos importancia porque nos hemos acostumbrado a ellos, porque los consideramos propios de la edad o porque, aunque molestos, no nos preocupan. Sin embargo muchos de esos síntomas son indicativos de desequilibrios nutricionales o metabólicos y pueden llevarnos a problemas más serios a la larga ya que pueden desembocar en enfermedades graves muy diversas.
NUTRIENTES NATURALES vs SINTÉTICOS
Una de la preguntas más habituales entre quienes consumen complementos es la de si son igual de eficaces los nutrientes naturales y los sintéticos . Aclaremos pues que un nutriente natural es aquella sustancia de origen vegetal o animal que se extrae por medios naturales sin intervención de sustancias químicas como el prensado en frío. Hay otras que son también de origen natural -especialmente las procedentes de animales- pero para cuya extracción se utilizan procedimientos que requieren altas temperaturas o la utilización de sustancias químicas. Son pues también de origen natural pero no está demostrado -aunque haya quien así lo afirme- que posean idénticas propiedades. Y luego hay nutrientes sintéticos , es decir, fabricados íntegramente en laboratorio mediante moléculas que se unen y dan lugar a estructuras muy parecidas -aparentemente idénticas- a las que produce la naturaleza. También se comercializan productos semisintéticos , es decir, mezcla de nutrientes naturales -o de origen natural- y sintéticos. Pues bien, una sustancia sintética, aún teniendo la misma estructura, no se comporta igual a la hora de ser absorbida y metabolizada. Sin embargo, sí hay sustancias intermedias fabricadas en laboratorio que se comportan exactamente igual a las naturales; lo único que las diferencia es que al ser sintetizadas no van acompañadas de otras sustancias sinérgicas que sí están presentes en la sustancia natural y de ahí que suelan añadirse estas últimas para mejorar su actividad. Un ejemplo sería fabricar vitamina C y acompañarla de bioflavonoides que es la sustancia que de forma natural estaría presente si lo consumiéramos de una planta.
Ahora bien, hay nutrientes sintéticos que no pueden en modo alguno compararse con uno natural debido a que no pueden ser absorbidos y/o metabolizados como el organismo hace con uno natural. La vitamina E natural, por ejemplo, es ocho veces mas efectiva que la sintética. Hay científicos que aseguran que sí alegando que las vitaminas sintéticas, por ejemplo, tienen idénticas estructuras moleculares y químicas que las vitaminas naturales pero no es verdad. Es más, cuando se hace pasar un rayo de luz a través de una vitamina natural éste gira hacia la derecha. En cambio en la vitamina sintética el rayo de luz se parte en dos yendo hacia ambos lados -derecha e izquierda- simultáneamente. Eso implica que las moléculas de la vitamina natural tienen giro dextrógiro mientras en las sintéticas también hay moléculas con giro levógiro.
El consumidor puede pues saber si una vitamina es natural porque a su principio activo se le habrá añadido la letra "d" mientras si es sintética llevará delante "dl". Así, la vitamina E natural vendrá como d-alfa-tocoferol y la sintética como dl-alfa-tocoferol.
SINERGIA DE LOS NUTRIENTES
La razón de que se ingieran varios nutrientes simultáneamente está en la sinergia. No actúa igual una sustancia ingerida sola que simultáneamente con otra que la potencia o coadyuva a que su mecanismo de acción mejore. Por otra parte, hay problemas que puede efectivamente causarlos el déficit de una vitamina, mineral o oligoelemento concreto pero quizás su ingesta de forma individual perjudique en otros terrenos y por eso se debe ingerir acompañada de otras. Así sucede, por poner ejemplos bien conocidos, con los carotenos y las vitaminas del grupo B.
Otro de los motivos -bastante frecuente- es que el paciente normalmente sufre no una sino varias alteraciones que deben ser tratadas a la vez. Siendo habitualmente necesario que no sólo tome complementos sino otras sustancias que ayuden a desintoxicarle.
En cuanto al hecho de que sea a veces necesaria la ingesta diaria de numerosas cápsulas, comprimidos o perlas se debe a que es la única manera de asegurarse de que el paciente obtenga las dosis óptimas pues ningún nutriente se absorbe en su totalidad. Obviamente sabiendo que hay algunos cuyo exceso se elimina sin más por el organismo pero otros cuya ingesta excesiva puede ser perjudicial. De ahí la absoluta necesidad de que sea un profesional quien paute las dosis. Debemos entender, por otra parte, que los complementos usados en Nutrición Ortomolecular no tienen los efectos iatrogénicos de los fármacos de síntesis.
Termino agregando que es muy frecuente que quien recurre a un tratamiento ortomolecular se sorprenda cuando se le dice que es ineludible un cambio de hábitos para conseguir corregir las alteraciones y que de no hacerlo el resultado no será óptimo pero es así. Lo mismo que debe entender que, mientras se restablece la salud, el organismo reacciona a veces con cambios bruscos notables que no son sino crisis curativas que no deben asustarle.
En resumen, quienes practican la Nutrición Ortomolecular saben que el organismo es una unidad que posee varios sistemas y órganos interrelacionados entre sí y, por tanto, que todo afecta a todo. De ahí que nuestros tratamientos sean siempre sinérgicos y holísticos. Es decir, no tratamos órganos sueltos sino al ser humano como una unidad física, emocional y mental.