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Serio peligro seguirá corriendo la democracia en nuestro país en tanto se continúe transigiendo la intromisión del IBEX 35 en funciones estrictamente políticas
Minutos antes de la plasmación del pacto entre PSOE y C`s en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados, los máximos responsables económicos de ambas formaciones Jordi Sevilla y Luis Garicano respectivamente, entre sonrisas, se felicitaban mutuamente por la formalización de dicho acuerdo.
Acontecimiento que no debiera sorprender lo mas mínimo a ningún analista político a tenor de las afirmaciones realizadas en época preelectoral por el representante económico socialista ante los mandamás del IBEX 35, precisando ya de aquella que su partido trabajaba más con la mirada puesta en un pacto post-electoral con Ciudadanos que con Podemos, habiendo de presumir idéntica tendencia al cerebro económico de la formación naranja en razón a la relación de dependencia mantenido con FEDEA, el think tank de las grandes empresas que conforman la tan selecta élite empresarial, no siendo de extrañar por tanto que el acuerdo concite los aplausos y los plácemes de la gran patronal, pues no en balde es ella la verdadera forjadora intelectual de su contenido.
Por tanto la ciudadanía ante la probabilidad de unas nuevas elecciones debe saber que los acontecimientos acaecidos en los últimos días lejos de obedecer a un desencuentro coyuntural, atienden a un plan urdido mucho tiempo atrás, preconcebido incluso antes de la celebración de los comicios del 20D, como consecuencia del intento del PSOE en reconciliarse con los grandes del IBEX a efecto de relajar el descontento mostrado por estos después de los pactos sellados tras las municipales y autonómicas que facilitaron la conformación de gobiernos de coalición y progreso a través de pactos puntuales con Podemos, y que a juicio de la patronal condujo a una "deriva radical" cuya reconducción hacia la centralidad políticale es exigida en contrapartida a favorecer su apoyo a la opción PSOE + Ciudadanos, antes incluso que un Gobierno del Partido Popular en minoría.
Dando por sentada la fiabilidad de lo hasta aquí referido, y agregando a todo ello el calamitoso historial que acompaña las turbias prácticas mercantiles de lasfirmas que conforman "tan selecto séquito empresarial", donde se entremezclan quiebras y rescates bancarios con hábitos de corrupción y persistente rotación de puertas giratorias. Tal cúmulo de despropósitos obliga a denunciar, la actitud desafiante mantenida por los miembros de esta oligarquía empresarial en su empeño de imponer a su antojo el gobierno del país mediante manejos y malas artes, sin reparar lo mas mínimo en utilizar todas las medidas a su alcance para la consecución de tal finalidad hasta el extremo de arrogarse como propia la representación de la voluntad popular.
La ingerencia del IBEX en la función política, además de una actitud que debe ser erradicada ipso facto, es la causa del galimatías suscitado en el atípico pacto de gobierno
Pero si repudiable es la intromisión de los poderes económicos y financieros en el normal funcionamiento democrático del país, mas censurable si cabe, es la actitud de connivencia de la vieja guardia política con las principales empresas del IBEX 35 que por asentimiento y deformación del sistema, se han convertido en el verdadero núcleo duro del Poder de Estado, hasta el extremo, de tener conferido mayor potestad ejecutiva que la otorgada por los electores a sus representantes. Causa por tanto de los profundos desajustes que caracterizan la disfuncionalidad de nuestra democracia y principal impedimento hacia su regeneración, al facultar que sea este grupo de interés quien dicta el curso de los acontecimientos a una sociedad civil a la que otros en su ambigüedad política presumen defender.
Siendo evidente que la ingerencia y manipulación del IBEX en la función política, además de una actitud intolerable que debe ser erradicada ipso facto, es la causa del galimatías suscitado en el atípico proceso de conformación de gobierno, que por anteposición de intereses propios sobre los generales de la ciudadanía y el indecente gregarismo de los cómplices políticos hace imposible su consolidación, y ello a pesar de contar con todos los recursos a su disposición y tener los medios de comunicación a su servicio.
Llegado a este punto ahora la estrategia consiste en utilizar al C's de Rivera como partido de cabecera de la patronal como señuelo, para dar cuerpo a la formalización de un pacto donde nadie pueda gobernar, argucia que no supo percibir el PSOE de Sánchez, al menos así se deduce por su desafortunada forma de actuar, cuando realmente la finalidad del pacto suscrito era evitar que se uniera con Podemos y demás fuerzas progresistas, toda vez que en este supuesto si habrían podido formar gobierno por cuanto la aritmética de alianzas así lo avalaba a la par de situar en jaque mate a la derecha política.
Ahora cuando el desencuentro impide vías de solución y nos conduce a unas nuevas elecciones que por equivalencia de resultados forzarán pactar de nuevo, será cuando el IBEX saque producto de su actual estrategia pues el deterioro de relación entre PSOE y Podemos impedirá toda alianza entre ambos facilitando con ello vía libre para que sea el PP-C's quien tome las riendas del país.
Y eso pinta con ser así, salvo que empecemos por situar a cada quien en el lugar que le corresponde y a la democracia por encima de todo.