El ciclista noruego Alexander Kristoff (Katusha) ganó al esprín la 15ª etapa del Tour de Francia, este domingo en Nimes, donde el italiano Vincenzo Nibali (Astana) conservó sin problemas su ventaja como líder de la general, en la víspera de la segunda y última jornada de descanso.

Nibali continúa con un margen de 4:37 sobre el español Alejandro Valverde, segundo, y de 4:50 con respecto al francés Romain Bardet, tercero.

"Teníamos viento a ráfagas y por un momento el viento venía de un lado. Tuve miedo, sobre todo cuando el BMC aceleraba, pero tuve cuidado", explicó Nibali, que controló bien la situación.

Kristoff sumó por su parte su segunda victoria de etapa, tres días después de haber ganado en la meta de Saint-Etienne.

El noruego se impuso en un final de etapa muy emocionante, donde el pelotón terminó con una escapadada en los últimos 50 metros.

El neozelandés Jack Bauer y el campeón suizo Martin Elmiger fueron alcanzados después de haber estado 220 kilómetros en cabeza. En el grupo, el líder Nibali cruzó la meta con el mismo tiempo que los otros candidatos al podio.

En el esprín final, Kristoff se impuso claramente al australiano Heinrich Haussler y al eslovaco Peter Sagan, el líder de la clasificación por puntos, que por novena vez en este Tour terminó entre los cinco primeros, pero que volvió a fracasar en su intento de ganar una etapa.

Kristoff está viviendo una temporada de 2014 inolvidable, ya que a sus dos etapas en el Tour hay que sumar su éxito en la prestigiosa Milán-San Remo de marzo.

"Es mi mejor temporada en el ciclismo, pero haremos el balance al final de la misma", señaló el noruego.

"No creo ser el corredor más rápido al esprín, creo que (André) Greipel y (Marcel) Kittel están cansados, normalmente ellos me vencerían en este tipo de etapas", estimó.

- Escapada con final amargo -

La jornada, con 222 kilómetros por delante, se presentaba con sensación de peligro para los equipos de los candidatos al podio. En ella el pelotón abandonaba los Alpes, tras dos jornadas con finales en alto, pero tenía que enfrentarse al peligro del fuerte viento que sopló este domingo en la región.

Pero además la lluvia se invitó a la fiesta del ciclismo camino de Nimes, en forma de tormenta que humedeció la ruta antes del paso de los corredores.

Elmiger y Bauer, que se destacaron desde el principio, perdieron la mayor parte de su ventaja cuando el pelotón aceleró a falta de 60 kilómetros para el final, impulsado por los equipos AG2R La Mondiale, de Romain Bardet y Jean-Christophe Peraud y sobre todo el BMC de Tejay Van Garderen.

Por tercera vez desde el principio de este Tour, Elmiger estaba presente en una gran escapada, pero no pudo terminar con éxito. Bauer, por su parte, fracasó en el intento de ser el primer neozelandés en ganar una etapa de la ronda gala.

Llegaron al último kilómetro con 13 segundos de ventaja. El suizo inició su esprín desde lejos, a 400 metros para el final, antes de que Bauer quedara por delante.

Pero el neozelandés no pudo ganar y el pelotón terminó con su sueño cuando lo tenía muy cerca.

Bauer terminó finalmente en la décima posición, antes de subir al autobús del equipo sin poder evitar las lágrimas.

"Estoy muy decepcionado. Desde niño he soñado con ganar una etapa en el Tour, sobre todo teniendo en cuenta que soy un hombre de equipo, que corre para ayudar a otros. Era la primera vez que tenía una oportunidad así", destacó sin ocultar su enorme decepción.