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España no subirá el IVA para compensar la pérdida de ingresos fiscales por la rebaja de impuestos a partir de 2015, reafirmó este sábado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pese al presunto "malestar" provocado en Bruselas por la medida.
La reforma fiscal, anunciada el viernes por el Ejecutivo, busca "impulsar la creación de empleo, reducir la fiscalidad de las rentas del trabajo, reforzar la competitividad de la economía, dinamizar el crecimiento económico, favorecer el ahorro y la inversión", afirmó Rajoy ante la dirección del Partido Popular.
"Siguiente asunto importante: el impuesto sobre el valor añadido, el IVA, no se sube", añadió el presidente. El Gobierno ya dijo el viernes que no lo haría, pese a las recomendaciones del FMI y de la Comisión Europea, que veían en el alza del IVA un medio para contrarrestar la pérdida de ingresos por la bajada del IRPF.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, "se mostró contrariado" por esta decisión durante una reunión en Luxemburgo, señalaba este sábado el diario El País. La reforma fiscal española produjo "cierto malestar" en Bruselas, aseguraba El Mundo.
"Esta reforma fiscal no va a afectar a lo que sigue siendo un gran objetivo que es la consolidación fiscal y la reducción del déficit público", aseguró Rajoy. El objetivo de déficit para este año es del 5, 5% del PIB y para 2016 espera bajar del 3%.
"Estamos absolutamente convencidos de que va a aumentar la actividad económica y, por tanto, las bases imponibles", explicó. Tras salir tímidamente en 2013 de su segunda recesión en cinco años, España prevé un crecimiento del 1, 2% en 2014, del 1, 8% en 2015 y del 3% en 2017.
La reforma fiscal incluye una rebaja media del 12, 5% en el impuesto sobre la renta, que bajará siete puntos (del 52% al 45% en 2016) para los ingresos más altos (superiores a los 300.000 euros anuales) y cerca de seis puntos (del 24, 75% al 19% en 2016) para los más bajos (12.000 euros).
El impuesto de sociedades baja por su parte del 30% al 25%. "Las PYMES (pequeñas y medianas empresas) pueden llegar a tener, si reinvierten beneficios, el 20% de tarifa", afirmó Rajoy, "y los nuevos emprendedores (...) pagarán el 15%". La reforma prevé asimismo medidas de lucha contra el fraude fiscal, subrayó.