Aun así, de nuevo, ahora, como humanidad, enfrentamos la amenaza de masacrarnos unos a otros por nuestras diferencias percibidas. Es la ira y el resentimiento, el odio que los hermanos pueden tener uno contra el otro. ¿Qué puede generar más emoción explosiva que la sensación de ser traicionado por tu hermano, tu hermana? ¡Nada!

Estamos tan quebrantados en nuestros corazones y mentes, nuestros espíritus, cuando en la idea y la emoción hay una separación entre los miembros de nuestra familia humana. Somos, cada uno de nosotros, un miembro de esta familia. Caminamos juntos por esta tierra y hacemos nuestro mejor esfuerzo para tomar decisiones que nos lleven a una mayor supervivencia para nosotros mismos, nuestras familias inmediatas, nuestros grupos y nuestra gran familia de la humanidad. 

La mayoría de nosotros queremos lo mejor para nosotros y para los demás. Entonces, ¿qué nos pone en marcha y nos pone furiosos, explosivos y negociados? ¿Qué pasa con esa sensación de injusticia, esa sensación de traición a las creencias muy arraigadas?

¿Cómo determinamos qué hace que otro "otro" sea lo suficientemente odiado? ¿Qué crea esa separación con tanto dolor que se convierte en odio profundo, ira profunda?

¿Qué sucede cuando alguien con quien estamos íntimamente conectados se muda sin nuestro consentimiento? ¿Y qué pasa si esto es a nivel social? ¿O con más ternura y más lejos, a nivel espiritual?

Comunicación real, una verdadera intención de crear y comprender y con otro ser; se puede crear una voluntad de comprender las creencias y pensamientos de un grupo separado y así podemos acercarnos nuevamente al comienzo de unificarnos como humanidad. La comprensión conduce a la confianza. La confianza hace posible la comprensión en un nivel profundo. L. Ronald Hubbard dice: "La confianza mutua es el bloque de construcción más firme en las relaciones humanas. Sin ella, toda la estructura se derrumba".

 Tal vez este es un lugar donde podemos comenzar. www.elcaminoalafelicidad.org@waytohappinesstampa