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Un joven inspector de los servicios libaneses de inteligencia evitó, pagándolo con su vida, un atentado contra un café de las afueras de Beirut repleto de clientes que veían el partido Brasil-Camerún del Mundial de Fútbol.
El inspector Abdel Karim Hodroj, de 20 años, y su colega Ali Jaber salían el lunes del trabajo en coche cuando cuando vieron un Mercedes blanco que se dirigía en sentido contrario hacia un café del barrio de Chiyah, contó a la AFP un oficial de la Seguridad General.
"El coche se detuvo en medio de la calle y un hombre bajó. [Hodroj y Jaber] lo interceptaron y le preguntaron qué estaba haciendo. El hombre dijo que se le había roto la llave y que el coche no podía seguir andando", agregó.
La respuesta les pareció extraña, en un país que ha sufrido numerosos atentados con coches bomba y con un historial de ataques en la parte sur de Beirut, bastión del movimiento chiita Hezbolá.
Jaber se dirigió entonces hacia un cuartel militar del otro lado de la calle, mientras Abdel Karim vigilaba al sospechoso para impedirle huir.
"En ese momento, el coche explotó", matando a Abdel Karim contó el oficial. También murió el conductor del vehículo blanco.
Trece personas resultaron heridas, entre ellas Ali Jaber, que se hallaba a un 30 metros, que sufrió heridas en un muslo.
La explosión se produjo a las 00H00 (21H00 GMT del lunes).
En el barrio chiita de Chiyah, los habitantes están aún trastornados, y el padre del inspector muerto, Fadel, recibe las condolencias.
Un fotógrafo de la AFP vio en el lugar coches en llamas e importantes daños materiales.
El incidente se produjo tres días después de un atentado suicida en el este del país, que dejó un muerto y cerca de 30 heridos.