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Las barreras lingüísticas a las que se enfrentan los alumnos y alumnas inmigrantes no hispano-hablantes en las aulas, suponen todo un desafío para la Comunidad Educativa que propone una participación más activa de las familias
Los procesos de globalización económicos y los movimientos de población que comenzaron el siglo pasado hasta nuestros días, han supuesto un gran impacto en la ciudadanía(Sassen, 2001). El incremento de las poblaciones extranjeras y multiculturales que residen en una misma ciudad son un reto para el ámbito escolar y obligan a emprender proyectos renovadores que se gestionen adecuadamente y faciliten un aprendizaje en el que coexista una educación democrática e intercultural.Estos niños y niñas representan para algunos un problema ya que, al aportar otras lenguas y culturas dificultan la comunicación. Según explica Xabier Besalú Costa, existen dos planteamientos frente a la llegada de inmigrantes en las escuelas españolas: por un lado, aquel en el que se mantiene una actitud defensiva ante ellos porque los consideran como una plaga incontrolable y por otro, el que encuentra en los inmigrantes una oportunidad para renovar la educación y enfocarla hacia una visión más justa.
Los estudiantes extranjeros que no conocen la lengua del país al que han inmigrado son acogidos por todas las Comunidades Autónomas en unos espacios habilitados especialmente para ellos, dentro o fuera de los centros escolares.Las Aulas temporales de adaptación lingüísticas ( ATAL) acogen y protegen al inmigrante para que aprenda la lengua española y se adapte a la sociedad, pero también son consideradas como una medida de protección para el resto de estudiantes ya que, evitan incomodidades y conflictos en las clases.No es descabellado pensar que algunos extranjeros puedan sentirse en estas aulas como conejillos dentro de unos laboratorios de adoctrinamiento cultural.Las ONG´S los acogen como a un miembro más en la sociedad y se les ofrece las mismas oportunidades, sin embargo muchos de ellos se sienten apartados al separarlos del resto en otros espacios.El cometido principal de las aulas (ATAL) es el aprendizaje intensivo de la lengua común del colegio para poder comunicarse de manera autónoma, pero además les enseñan las normas culturales de la sociedad para que logren adaptarse sin problemas en el centro escolar junto al resto de compañeros.Muchos piensan que al no conocer la lengua española son unos analfabetos pero, la mayoría de los inmigrantes no lo son, dominan otras lenguas coloniales como el francés o el inglés y esto les sirve de herramienta de comunicación (Rosas, 2017).
El dominio de otras lenguas sin embargo puede causarles un retraso en la escolarización porque al poder comunicarse con ellas, se ralentiza el proceso de aprendizaje de la lengua común que necesitan para ingresar en las clases. Actualmente el promedio de aprendizaje en los inmigrantes no hispano-hablantes para comunicarse sin dificultad en la lengua del sistema de enseñanza español son cinco años y la causa podría deberse a no querer perder sus raíces y su cultura.
Las familias que participan más en las actividades escolares junto a sus hijos favorece la superación de obstáculos y el logro del éxito académico
...Todo ser humano siente la necesidad de tener una lengua como parte de su identidad;esa lengua es unas veces común a cientos de millones de personas, otras solo a algunos miles, y poco importa.Lo único que cuenta es el sentimiento de pertenencia.Todos necesitamos ese vínculo poderoso y tranquilizador (Maalouf, 1999, P.160)
El esfuerzo de la comunidad educativa por la integración de los extranjeros es notable, la dirección de los centros escolares colabora con algunas ONG´S para acelerar la inclusión del alumnado inmigrante y en algunas escuelas incluso, se les asigna un alumno (guía o mediador) en clase para que, les guíe en las tareas del centro.La labor del profesorado, cada vez más especializado, no se queda atrás y promueve el refuerzo positivo, tratando de dar a cada uno su espacio, respetando sus ritmos de aprendizaje, sin olvidar por supuesto su procedencia, sus costumbres y su idioma.No obstante, el papel más relevante para los niños y niñas recién llegados al colegio lo tienen sus familias ya que, al participar cada vez más en las actividades escolares junto a ellos, les motiva y les resulta de vital importancia para superar obstáculos y lograr un éxito académico.Los estudiantes cuyos familiares se involucran con el centro alcanzan antes sus objetivos lingüísticos y una plena adaptación, rápida y eficaz.
Para concluir, conviene reflexionar si exigimos demasiado a los”nuevos escolares” por empeñarnos en enseñarles la lengua de la nación como única vía de comunicación en las aulas ya que, algunos podrían sentirse apartados de su lengua materna, generando en ellos sin querer sentimientos de desafección o malestar.La escuela del futuro moderna e innovadora debería promover no solo el uso de la lengua común para comunicarnos en el sistema educativo sino también reconocer las diversas que aportan los inmigrantes y extender en las aulas espacios multilingües, sin restricciones.
La mayoría de los inmigrantes no son analfabetos, dominan otras lenguas coloniales como el francés o el inglés que les sirve de herramienta de comunicación