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La justicia argentina condenó a prisión este lunes a un médico y una partera por su papel en el robo de bebés durante la dictadura (1976-1983) en la primera sentencia de este tipo que alcanza a profesionales de la salud, informó el tribunal.
El inédito fallo, aunque redujo las penas solicitadas por la querella, puso por primera vez en el tapete la responsabilidad de médicos y asistentes en el robo de bebés durante la dictadura, algo sobre lo que la justicia argentina no había avanzado en juicios anteriores.
Los magistrados condenaron al médico y militar retirado Norberto Atilio Bianco (69 años) a 13 años de prisión y a la partera Yolanda Arroche (85) a siete años, en tanto absolvieron al tercer profesional involucrado, el médico Raúl Eugenio Martín (75).
Los tres fueron enjuiciados por su accionar en la maternidad clandestina que funcionó en el centro de detención de Campo de Mayo, en Buenos Aires, donde jóvenes que habían sido secuestradas embarazadas daban a luz esposadas y con los ojos vendados.
Sus hijos eran robados y entregados en adopción ilegal bajo falsa identidad.
Abuelas de Plaza de Mayo, querellante en la causa había solicitado penas más duras contra los acusados, que llegaban a los 30 años en el caso de ambos médicos y 12 para la partera.
Aunque el tribunal ventiló en tres meses de audiencias públicas nueve casos de mujeres secuestradas embarazadas y que dieron a luz en Campo de Mayo, se estima que allí y en otras cárceles clandestinas de la dictadura nacieron decenas de niños robados y entregados al nacer en adopción ilegal.
Algunos de ellos fueron hallados por la labor de Abuelas de Plaza de Mayo, que ha encontrado a 116 de los 500 que se estima fueron robados al nacer.
Uno de los últimos fue Guido Montoya Carlotto, nieto de la presidenta y fundadora de Abuelas, Estela de Carlotto, hallado en agosto pasado.