El 8 de marzo es una fecha clave para los derechos de las mujeres, pues es el Día Internacional de la Mujer. Este día es muy necesario para la lucha por la igualdad, y esto se hace más evidente al oír comentarios como los escuchados en la alfombra roja de los Premios Goya o, en este caso, la mala reseña que hizo una cliente a un restaurante por la indumentaria de una trabajadora.

Una mujer decidió publicar una crítica en TripAdvisor contra el local en el que comió con su marido porque la hija del dueño llevaba "un vestido pegado y provocativo" e iba "paseándose por las instalaciones".

En la reseña, a la que le dio una estrella, dijo que la atención fue buena, igual que las vistas del mar y el plato de pulpo que pidieron, pero no la ropa de ella: "No era para nada apropiado tener a una joven con un vestido largo de licra con la espalda descubierta paseándose por las mesas".

Nunca entenderé esa forma de pensar y denigrar. Esa chica a la que describen de esa forma tan asquerosa, es la hija de la dueña que ese día como otros, va a echar una mano al restaurante para luego irse corriendo a seguir con sus estudios. Ánimo, a ella y a todas ?? pic.twitter.com/MkcrWlC5PH

"Si quisiera que mi marido viera culos, lo llevaría a comer a un puticlub, no a un restaurante a la orilla del mar", opina. "Hay miles de maneras de vestir elegante y que concuerde con un sitio como este, pero la chica (hija del dueño) no sé si estaba trabajando o buscando marido".

Después, la reseña continúa diciendo que, cuando se marcharon, ella también se marchó, pero la mujer considera que iba "corriendo delante pavoneándose como si estuviese en una pasarela". "No sé si fue el reloj de mi marido de 20.000 euros lo que le llamó la atención", añade la clienta.

No hace falta denigrar a la chica de esa manera para decir y presumir que su marido lleva un "peluco" de 20.000 €

Se nota que confía mucho en el susodicho cuando está pendiente de la camarera.

Muy probable que el marido ni se diera cuenta de la chica, sería ella la preocupada por no perder el reloj que tanto le importa.

Por cierto, podría empeñar el carísimo reloj y comprar un poco de dignidad que le hace más falta que un reloj de ese precio

La reseña, compartida por el tuitero Soy camarero, ha indignado a muchos usuarios por la forma "tan asquerosa" de describir a esta chica que echa una mano en el restaurante de sus padres mientras continúa con sus estudios.