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La policía imputó cinco delitos, entre ellos conducción temeraria y atentado contra agentes de la autoridad, al sueco que el martes protagonizó una peligrosa persecución en Barcelona con un camión robado cargado de butano, informaron este miércoles las autoridades.
El conseller del Interior del Gobierno de Cataluña, Jordi Jané, explicó en una rueda de prensa que al detenido se le acusa de "hurto de vehículo, atentado contra los agentes de la autoridad, conducción temeraria, lesiones y daños".
En los próximos días deberá pasar a disposición del juez, que deberá confirmar esta acusación.
Jané descartó también que el suceso tuviera carácter terrorista y aclaró que se trató de una "actuación no planificada, improvisada".
Alrededor de las 10H45 (09H45 GMT), este sueco de 32 años, identificado como Joakim Robin Berggren, robó un camión cargado con 200 bombonas de butano y emprendió una peligrosa huida, incluso en drección contraria, perseguido por varias unidades policiales que incluso dispararon contra el vehículo para detener su marcha.
Tras casi tres kilómetros de huida y de perder la mitad de la carga, el camión se detuvo después de chocar contra varios coches y un muro cuando entraba en dirección prohibida en una transitada ronda de circunvalación que recorre el litoral barcelonés.
Tres personas resultaron heridas, entre ellas una brasileña que recibió el impacto de una bombona de butano que cayó del camión.
Berggren, ingresado ahora en un centro hospitalario, llegó a Barcelona el lunes procedente de Moscú, adonde había ido desde Copenhague.
Según Jané, pasó "una noche de gran fiesta (...) se gastó mucho dinero y realizó actividades que le comportaron seguramente una euforia continuada durante muchas horas".
Por la mañana, mostrando "un comportamiento errático", intentó robar varios vehículos antes del camión de transporte de butano, añadió basándose en las declaraciones de varios testigos.
Según los documentos judiciales consultados por la AFP, Berggren reside habitualmente en Helsingborg (sur de Suecia) y estuvo en prisión antes de 2012 por unos hechos y una duración que no aparecen precisados, por haber pasado más de cinco años desde entonces.
En el año 2012 fue condenado por un tribunal de Helsingborg dos veces a sendas multas por conducir bajo la influencia de estupefacientes, consumo de drogas y porte de armas prohibidas, en concreto un puño americano.