La reforma laboral que impulsarán los diputados de la Unión Nacional de Trabajadores a partir del 1 de septiembre, tendrá como objetivo primordial modernizar y democratizar el mundo del trabajo, estableció Francisco Hernández Juárez. El secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, afirmó que a los trabajadores no les preocupa la aplicación de nuevas tecnologías, "porque saben perfectamente que estas innovaciones se van a dar tarde o temprano." Lo que si debe darse por parte de los patrones, agregó, son cursos de capacitación para que la base obrera responda a esos avances y así elevar la productividad, la cual se deberá reflejar en mejores salarios y prestaciones sociales. En entrevista, enfatizó que el movimiento obrero debe evitar a toda costa que la política antisindical impulsada por algunos sectores de la iniciativa privada y autoridades gubernamentales se imponga. Alertó sobre el hecho de que el sector empresarial no quita el dedo de renglón en su propósito de cancelar el derecho de huelga, la autonomía sindical y libre sindicalización, así como la mutilación de los contratos colectivos de trabajo, bajo el argumento de elevar la productividad. "A toda costa buscan imponer el pago por hora y la contratación temporal, lo cual anularía por completo la posibilidad de poder sindicalizarse y, sobre todo, generar antigüedad laboral", agregó. El integrante de la presidencia colegiada de la UNT, advirtió que hay algunos grupos políticos y económicos que buscan la desaparición de las organizaciones sindicales y para ellos es fundamental impulsar un proyecto de reforma laboral, la cual tiene como prioridad cancelar algunos derechos plasmados en la Ley Federal del Trabajo. Aclaró que a esta central obrera le interesa más la modernización del mercado laboral, porque los patrones quieren regresar a viejos esquemas de explotación en donde ellos ganan y los trabajadores pierden. "Ese tipo de prácticas deben quedar en el pasado y no reeditarse como pretende el sector empresarial. Quieren elevar la productividad pero a costa de bajos salarios y contratos colectivos de trabajo a modo y sin ninguna responsabilidad social". Por otra parte el dirigente sindical señaló que el desempleo es el enemigo a vencer en estos momentos, porque las cifras a las que estamos llegando son verdaderamente preocupantes. "Se habla de que a finales del año se van a perder más de 900 mil empleos". Este panorama, advirtió, se agravó aún más con la emergencia sanitaria provocada por la influenza, por lo cual, es necesario que el Gobierno federal libere los recursos que ha anunciado para apoyar realmente a los sectores afectados por esta epidemia como son las industrias aéreas, turística, restaurantera, medianas, pequeñas y micro empresas.