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La pelea es entre los cárteles Independiente de Acapulco, el del Golfo y el de los Beltrán Leyva. El fin de semana asesinaron a 16 personas
Hace menos de un mes, la secretaria de Fomento Turístico del sureño estado de Guerrero, Graciela Báez, reconoció que el puerto de Acapulco, un tradicional destino turístico de México, "está viviendo la peor crisis de imagen de su historia" por culpa de la guerra entre narcos. Pese a que durante la Semana Santa la ocupación hotelera superó el 90%, en el sector turístico son concientes de que, no obstante, la frase de Báez tiene que ver con una realidad cotidiana que a la larga jugará contra sus intereses. Este fin de semana no fue la excepción. Las 16 víctimas, entre las que se encuentra un menor de 17 años, fueron asesinadas a balazos en distintos incidentes en varios puntos de Acapulco.
Las autoridades se limitaron a reportar que en uno de los hechos, un comando acribilló a dos hombres de 18 y 52 años y que en otro incidente fueron baleados otros dos hombres de 28 y 33 años.
A comienzos de abril, el gobierno federal decidió convertir al Tianguis (Feria) Turístico en un evento itinerante, lo que implicó quitarle un lugar histórico y privilegiado como sede permanente. El hecho terminó en un duro cruce de acusaciones entre las autoridades locales y nacionales.
Tras el éxito turístico de Semana Santa, el propio alcalde Manuel Añorve Baños cuestionó la decisión: "La mejor tapadera de boca que le podemos hacer al gobierno federal y particularmente a Gloria Guevara, titular de Turismo Federal, es la afluencia de miles de visitantes leales a Acapulco, a pesar de que ella ha hecho todo lo posible por golpear este destino turístico, su empleo y su gente".
Sin embargo, lejos de sus deseos, ese fin de semana Acapulco volvió a ser la escena del terror cuando cinco mujeres, entre ellas una menor de edad, fueron degolladas en la madrugada del domingo, entre otros hechos de violencia.