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La Iglesia es abogada de la justicia y defensora de los pobres" y está llamada a ser una institución samaritana, aseveró Luis Artemio Flores Calzada, obispo del Valle de Chalco. Durante la 88 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) destacó que existen muchas personas que son marginadas, entre ellas los pobres, desempleados, migrantes y desplazados. Asimismo los campesinos sin tierra y niños sometidos a prostitución infantil, víctimas del aborto y millones de personas y familias que viven en la miseria. En un comunicado del Episcopado se informó que el obispo enfatizó que no se puede olvidar "a los secuestrados y a los que son víctimas de la violencia, del terrorismo, de conflictos armados y de la inseguridad ciudadana, también los ancianos que son rechazados por su familia". Agregó que a la Iglesia "le duele la situación inhumana en que viven la mayoría de los presos, que también necesitan de nuestra presencia solidaria y de nuestra ayuda fraterna". Flores Calzada reiteró que la Iglesia está llamada a ser una Iglesia samaritana, "que se compadece, que se le remueven las entrañas, que siente el dolor de los que sufren como de sus propios hijos, los acompaña y trata de remediar sus sufrimientos". En la Asamblea de la CEM se propuso como objetivo estudiar y profundizar el papel de la Iglesia ante el tema de la inseguridad y violencia en México y después de analizar la realidad discernir el compromiso social de la Iglesia ante esta realidad. Asimismo, pidió una responsabilidad ética para quienes ejercen la autoridad, porque "cuando el poder humano se extralimita del orden querido por Dios, se corrompe". Primero, indicó, "dejando de cumplir su deber en lugar de promover la justicia y el bien común, buscar sus propios intereses, dañando especialmente a lo más débiles y necesitados". En este caso, abundó, "los gobernantes se corrompen cuando se hacen cómplices de los delitos y permiten la infiltración de la delincuencia en sus estructuras de gobierno, a ellos les espera un juicio muy severo". "Ustedes son ministros de su reino y no han gobernado rectamente, ni han cumplido la ley, ni han vivido de acuerdo a la voluntad de Dios".