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Arthur un hombre extraño, introvertido, solo su trabajo parecía ser su vida, Richard tuvo curiosidad y quizo saber mas de él, entrando en una "Historia de ciencia ficción"
SE podría decir que Arthur era un hombre introvertido, vivía de ir y venir a su trabajo, extrañamente nunca compartía con los compañeros de trabajo, no iba a ninguna fiesta o celebración de la empresa, no tenía amigos, solo compañeros de trabajo.
RIchard sintió curiosidad de porque Arthur tenia ese comportamiento, si bien no era una persona extraña, podría ser diferente, veía en Arthur un tipo inteligente, emprendedor, con poder, una chispa que se encendía al llegar al trabajo y se apagaba justo al terminar la jornada laboral, como si un swich pasara y lo apagara y lo enviara a esperar en un closet hasta la nueva jornada.
ERan la cinco de la tarde, termino la jornada laboral, era viernes, los grupos se unían y planificaban donde seria la juerga nocturna, otros ya tenían planificado su fin de semana con la familia y solo un trago de media hora para compartir, todos menos uno Arthur, el solo recoge su escritorio, cierra su oficina, usa la mano como señal de despedida, y así termina su semana, - que extraño <pensó>.
SE detuvo a pensar el momento de la llegada de Arthur a la oficina, sus inicios y en verdad no lo recuerda, preguntó a los demás y nadie recuerda, solo que siempre va trabaja y se despide, tanta era la curiosidad de Richard que en el Bar donde se reunió el grupo de trabajo abordó a Laura la encargada de la administración del personal y sin tapujos le preguntó como había llegado Arthur a la empresa, Laura se sorprendió un poco con la curiosidad de Richard, pensó un poco y le respondió que esa información es confidencial, que no eran cosas que se hablaban en un bar.
- Vamos Srta. Laura, no es gran cosa, lo que pasa es que me da curiosidad, es que el tipo es tan raro, trabaja, no tiene fotos de la familia, no comparte, solo habla de trabajo, si se que el tipo es un genio en lo suyo, que todo el personal respeta sus decisiones, pero dígame en verdad no ve como que le falta algo, que no es todo lo normal que debería, no quiero decir que este loco ni nada, no me mal entienda, pero me crea curiosidad.
- Como te comente Richard, no puedo revelarte nada personal ya que entra en la confidencialidad de empresa y empleado, pero como compañera si puedo decirte que no recuerdo exactamente desde cuando esta, siendo sincera, en verdad no me acuerdo, claro esta su expediente como todo empleado, pero nunca lo he usado, solo se que es importante, por eso su hoja de trabajo debe estar intacta, nadie le importa lo demás, hoy es la primera vez que alguien me pregunta por Arthur.
RIchard no podía entender el porque de su curiosidad y menos el porque los demás no sentían ni cercano algo parecido con respecto a la vida de Arthur.
EL fin de semana de Richard fue solo de pensar en como Arthur podía llevar una vida así, comprendía que era exitoso, un genio en las finanzas, su palabra era respetada por todos, pero esa magia se prendía y apagaba con una duración de 8 horas, no podía ser, su conciencia le decía que faltaba algo en esa ecuación.
LLego el lunes y Richard estaba dispuesto a buscar una explicación. ¿Como es que alguien tan importante en la empresa, solo se recuerde lo que hace?, pero no de donde vino, ni cuando vino, solo que trabaja aquí y es excelente, pero ¿y lo demás?, no, yo debo averiguar <pensó>
Eran las once y Richard Observa como Arthur esta en su oficina trabajando sin descanso, en eso se levanta de su escritorio y se acerca a la oficina de Arthur.
- Buenos días Sr. Arthur,
- Buenos días Richard, pasa <responde>
- Richard, llámame Arthur, no te llevo muchos años, yo diría como mucho siete, esa distancia no da para ese titulo.
- Claro Arthur, seguro, ocurre que desde que trabajo aquí, si más no me equivoco es primera vez que hablamos, sabes es algo loco, ni siquiera me acuerdo de otra oportunidad.
- Bueno, es el trabajo, sabes, cuando uno le gusta lo que hace, se sumerge en ello, y lo demás como que pierde valor, yo últimamente he notado esa cualidad en ti, también entras en ese letargo y comienzas a producir.
¿SEra cierto?, ¿tendré mas en común con Arthur de lo que creía?, ¿será que por ser tan iguales, notaba la diferencia que los demás no notaban? <pensó>
- Richard, tengo un proyecto emocionante que estoy llevando en este momento, se denomina Individuo y es para el mejor cliente de la empresa, me gustaría que trabajaras conmigo. Podría hablar con Laura para que te asignen, ¿que te parece?.
-Arthur no es tan extraño como pensaba, y esto me puede proyectar en la Firma. <Pensó>
- Seria un honor Arthur.
- Perfecto, bienvenido al proyecto, mañana te espero a primera hora en la sala de juntas. Eran las ocho de la mañana, llegue apurado, con mi café y todas mis herramientas, ya Arthur estaba en la sala de reuniones, al verme me llama con un ademan.
- Richard
- Arthur, ¿como estas?
- Muy bien, con las expectativas muy grandes, este será el proyecto mas importante que realizaré para la empresa, y por eso aprecio tu apoyo.
- Bueno aquí estoy a tus órdenes.
- Richard, este es un proyecto complicado, va mas allá de las finanzas, nuestro cliente quiere algo muy importante y es nuestro trabajo conseguir lo que el desea, y estoy seguro que tu eres la persona ideal para lograrlo.
ESas palabras retumbaron en la mente de Richard, ¿como era posible hace apenas unas horas atrás lo obsesionaba el porque un hombre como Arthur tenia una vida tan vacía fuera de la oficina?, del porque sus compañeros de trabajo no tenían idea de la labor ni el tiempo de Richard en la empresa, había muchos baches que no entendía, hoy se siente identificado con él, en el mismo tren, yendo a un mismo destino.
LAs horas pasaron y se fueron tan rápido como empezaron, no se dio cuenta de cuando acabo el día de trabajo, ni siquiera recuerda que hizo, solo que Arthur se levantó y dijo – Buen trabajo, saliendo en ese momento de la oficina.
El éxito, la droga social
RIchard salió un poco después, y no encontró a Arthur, salió del edificio, preguntó a sus compañeros, pero nadie lo vio, o por lo menos a nadie le importo.
EN los próximos tres días, Richard se volvió una maquina de trabajo, su ritmo en las ocho horas laborales era infernal, se diluía en el trabajo junto a Arthur, todos los días de ocho a cinco.
ERa viernes, vio como los grupos se empezaban a unir para elegir donde sería la reunión esa noche, pensó que en unos minutos se pondría al día, pero primero debería terminar unas cosas del proyecto. – Son las cinco y diez, ¡rayos los muchachos! <se dijo>. Salió del salón y ya la oficina estaba sola, pero se oía una voz al fondo, en una oficina que jamás se había dado cuenta que estaba ahí, se acerco y vio que abrían la puerta y salía Arthur, su cara reflejaba satisfacción, una sonrisa que nunca le vio, no era el hombre retraído que llamo extrañamente su atención la semana atrás, se veía complacido, como si hubiera logrado hacer el trabajo de su vida, ahora se dirige a su oficina.
- Richard, acércate, tengo que compartir algo contigo.
- Seguro, y dime ¿como sabias que estaba acá?
- Sabia que estabas acá, escúchame, se que te ha llamado la atención mi ritmo de vida en la empresa y que has preguntado.
- Arthur la verdad que...
- Tranquilo, no estoy ofendido, quisiera compartir esto contigo, pero primero quisiera preguntarte algo, ¿como te has sentido esta semana, trabajando conmigo en el proyecto?.
- Fascinado, he descubierto que el trabajo es como una droga, cuando dominas algo, te sientes un dios, nada es mejor que eso, estúpido era, cuando estaba un viernes en un bar escapando del trabajo, y pensando que llegó la libertad, realmente la vida es el éxito, el dominar algo te hace superior.
- Muy bien, quiero contarte lo que solo yo se, y has preguntado, como llegue acá a la firma y que hago antes de la ocho am y luego de la cinco pm.
RIchard sintió que por fin esa obsesión que sintió sin saber porque, iba a ser liberada, no tuvo más que oídos para los siguientes diez minutos.
- Hace siete años llegue a la firma, recién salido de la universidad, como Administrador de negocios, todavía tenia la juventud y sus mañas, me gustaba un día de bar con los compañeros, un fin de semana con mi chica, hice amistad con muchos en la oficina, compartí con las familias y estuve en fechas importantes para ellos, mi vida social era de las mejores, mi chica era hermosa, vivía solo para compartir con ella, me enamoré desde la Universidad, el día que la vi, sentí un sismo en mis piernas, que todo daba vueltas, esa chica tenia que terminar junto a mi el restos de nuestros días, nos graduamos y buscamos trabajo, para en un futuro tener nuestra vida juntos, ya sabes la casa, el cachorro y luego los niños, yo tenia mi ritmo de las cosas, mi chica tenia otro, esos ritmos chocaron sin yo darme cuenta, en un instante pase de tener mi futuro en mis manos al mayor de los sufrimientos, mi chica ya no lo era, un hombre exitoso, con poder, me la arrebato, la deslumbró y en consecuencia me olvido, yo no podía con aquello, sentía que el corazón me lo sacaban de raíz, lloré, la busqué, intenté, pero no, ya el amor que sintió, desapareció, se lo llevó la realidad, un hombre sin éxito no puede tener lo que quiere. ¿Que opinas del éxito Richard?
Richard quedo sorprendido con la pregunta, estaba sumergido en la historia, su mente no entendía como el hombre al cual tenia pocos días conociendo podía ser tan diferente al que estaba oyendo, no podía salir de su sorpresa.
- Mira, seguro que el éxito es la marca del hombre, en esta época tan superficial, si uno no tiene éxito vive a la deriva, así me sentí yo, a la deriva. Hasta que esta semana me mostraste lo que es ser especial en algo. <respondió Richard>
- Así es Richard, sabia que dirías eso, bueno continúo, luego caí en depresión, no levantaba ni en lo social ni en lo laboral, sentía que lo mas cercano para mi iba a ser la muerte. Pero un día algo paso, me di cuenta de un Sr. que trabajaba mucho, se veía importante, extrañamente nunca me había percatado de él, me obsesione con su persona, quería tomarlo de ejemplo, se veía con temple, dominio y poder, todo lo que no tenía y por ello me había quitado lo que no tendré nunca mas. El día siguiente El Sr. me llamo a su oficina y me ofreció trabajar en un proyecto para el cliente mas importante de la empresa, tome el reto, me embriagó el poder, el saber todo y no depender de nadie, los demás para mi eran inferiores, no me daba cuenta si se iban o si estaban.
MIentras Arthur contaba su historia, veía como se iba acercando a la mía, sentí un escalofrío enorme que me recorría todo el cuerpo, pero no podía dejar de oír, necesitaba saber todo.
-Un viernes, se me aclaro todo, la verdad, el porque, quien era el cliente mas importante y cual era el fin del proyecto. ¿Richard te acuerdas cual era el objetivo del proyecto?
Un frío recorrió mi cuerpo, trabaje durante horas, me desempeñe como el mejor, terminé todos los días la parte importante del proyecto que me correspondía, pero algo me aterra, no me acuerdo que hice, no se que realicé, trabaje me esforcé pero ¿en que? <Pensó>
- Arthur perdóname tengo una laguna mental, debe ser stress o un bloqueo tonto, se que el nombre es Proyecto Individuo y trabajamos mucho, pero no se, déjame calmarme. <dijo Richard muy nervioso>
- Esta bien, muy bien eso era lo importante el Proyecto Individuo, no hay mas nada que recordar, lo cierto es que tu trabajo fue maravilloso, el cliente me mostró hace poco su total aceptación, al igual que hace 7 años atrás le acepto a mi mentor el mismo proyecto.
ESas palabras retumbaron en la mente de Richard.
¿POr qué no me acuerdo?, ¿Qué quiere decir con que lo acepto igual que a su mentor?
- Arthur no entiendo, ¿ya se había trabajado en este proyecto?.
- Si Richard, y se seguirá realizando cada siete años, ese es el contrato, y es el que aceptamos, todos tenemos necesidades, nuestro cliente evalúa por 7 años, quien es el indicado para el proyecto, yo lo fui la ultima vez y no se equivocó, cumplí mi parte y el cumplió la de él.
- Ahora ve a la oficina de donde me viste salir, él esta ahí, esperándote para la entrevista final.
ESa fue la ultima vez que hable con Arthur, fue la única vez que vi esa expresión de tranquilidad en su rostro, hoy estoy trabajando, tengo su cargo, su oficina, herede su genialidad y poder, los muchachos de la oficina no me notan, yo tampoco, en realidad estoy muy ocupado, ya falta poco para las cinco, ya me toca irme, en algún momento en estos próximos siete años me tocará esperar para realizar el ultimo proyecto de importancia, el Proyecto individuo.