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Medicamentos antihipertensivos, conocidos como bloqueadores de los receptores de la angiotensina (ARB), 35 millones de dementes en el mundo, 60 millones de casos en 2030; también favorecerían prolongación de vida
ALGUNOS ANTIHIPERTENSIVOS REDUCIRÍAN EL RIESGO DE DEMENCIA
Las medicinas comúnmente empleadas para tratar la hipertensión y la enfermedad cardíaca disminuirían el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y la demencia, según indicaron científicos de Estados Unidos.
Expertos de Boston hallaron que las personas mayores que toman cierto tipo de medicamentos antihipertensivos, conocidos como bloqueadores de los receptores de la angiotensina (ARB), son mucho menos propensas a desarrollar enfermedades debilitantes del cerebro.
35 millones de dementes en el mundo
La demencia afecta a unos 35 millones de personas en todo el mundo y la cantidad de casos, así como su impacto en las políticas sanitarias y los costos sociales y económicos de su atención, crecerán gradualmente a medida que la población envejezca.
Pese a décadas de investigación, los médicos aún tienen pocas herramientas efectivas para combatir la demencia y expertos que comentaron este nuevo estudio señalaron que podría tener implicancias importantes.
60 millones de casos en 2030
La entidad Alzheimer's Disease International prevé que el número de pacientes con demencia a nivel global casi se duplicará cada 20 años, hasta llegar a 66 millones de casos en el 2030 y más de 115 millones en el 2050. Lo peor de ese avance alcanzará a las naciones más pobres.
El estudio, dirigido por Benjamin Wolozin de la Escuela de Medicina de la Boston University, observó la incidencia de demencia en 800.000 pacientes estadounidenses -en su mayoría varones- entre 2002 y 2006. Todos tenían enfermedad cardíaca y 65 años o más.
Un grupo estaba consumiendo ARB; otro usaba un tipo diferente de antihipertensivo, un inhibidor de la ECA llamado lisinopril; y una tercera cohorte otra medicina cardíaca.
Los resultados, publicados en British Medical Journal, mostró que quienes consumían ARB eran mucho menos proclives a contraer la enfermedad de Alzheimer o demencia, dijo Wolozin.
La hipertensión es un factor de riesgo conocido de la demencia vascular, en la cual la función cerebral se ve dañada por una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares.
También favorecerían prolongación de vida
El equipo de investigadores también halló que los ARB tienen un efecto adicional cuando se los combina con los inhibidores de la ECA en pacientes que ya padecían Alzheimer o demencia. Las personas que recibían ambas medicinas eran menos propensas a morir prematuramente o a ingresar a geriátricos.
"Las consecuencias en salud pública de hallar una forma efectiva de prevenir la demencia son inmensas", indicaron Colleen Maxwell y David Hogan, expertos en medicina geriátrica de la University of Calgary, en Canadá, quien escribió un comentario sobre el estudio.