Malas noticias en la familia de LeBron James. Su hijo Bronny sufrió un desgarro en el menisco de una de sus rodillas y ha tenido que pasar por el quirófano, viendo como su temporada se daba por terminada antes de tiempo. Un percance que podría trastocar los planes de 'The King' de jugar con su hijo en la NBA.

Bronny James está en su segundo año en el instituto Sierra Canyon, uno de los mejores del país en lo que a programas de baloncesto se refiere. Pese a que el equipo no ha disputado ningún partido esta temporada por las restricciones por la pandemia de Covid-19, la plantilla ha estado entrenando a gran nivel durante todo el curso, siendo precisamente uno de esos entrenamientos el escenario de la lesión del hijo de LeBron.

Pese a que los números de Bronny en Sierra Canyon no están siendo espectaculares (4.1 puntos en 15 minutos durante su primer año), el joven tiene futuro asegurado en la NCAA. Varias universidades ya se han interesado en él, y más que lo harán una vez que vea la luz el documental que LeBron James y su socio Maverick Carter preparan sobre la temporada pasada del equipo, y que verá la luz en Amazon Prime en Estados Unidos en los próximos días.

Uno de los interrogantes que surgen tras la lesión del chaval es si esto será una piedra en el camino que teóricamente le llevará a la NBA. La idea de LeBron James es jugar hasta los 40 años, de modo que su última temporada en el baloncesto profesional norteamericano coincida con el año de novato de Bronny, para que ambos puedan coincidir en la cancha, aunque no sea obligatoriamente en el mismo equipo.

La renovación de contrato de LeBron James hasta 2023 iba con toda la intención. En ese año, Bronny estaría en su último años de secundaria, por lo que si la NBA y la Asociación de Jugadores llegan a un acuerdo para que los jóvenes puedan saltar directamente desde el instituto a la Liga, 'El Rey' podría juntarse con su hijo en el baloncesto profesional.