Miguel 'Piojo' Herrera, el carismático y temperamental seleccionador de México, tiene a la vista dos grandes ilusiones: ganar para el 'Tricolor' la primera Copa América de su historia y así sacarse una espina que le quedó como jugador y estrenarse después como abuelo.

A un año de distancia, Herrera ha dejado muy atrás la cruel eliminación sufrida en los octavos de final de la Copa del Mundo de Brasil-2014 ante Holanda en el tiempo de descuento. "No puedes vivir estacionado en el recuerdo, en el qué hubiera pasado porque el hubiera no existe", reflexionó el mediático 'Piojo', de 47 años, en una entrevista con la AFP en mayo.

Herrera, que se convirtió en una de las figuras más populares del Mundial con sus explosivos festejos, asumió el grito de guerra "No era penal", con el que México protestó ante la pena máxima pitada a Arjen Robben que supuso la eliminación. "Podemos recargarnos en ese famoso penal, discutir si fue o no fue y vivir en la polémica. Pero mucho de lo que pasó en ese partido fue parte de nuestro error", reconoce el entrenador mexicano con autocrítica.

Con la Copa América Chile-2015 encima, Herrera se ha olvidado ya de Robben. Ahora es tiempo de pensar en otros rivales como el boliviano Marcelo Martins, el chileno Alexis Sánchez y el ecuatoriano Enner Valencia más los que se sumen en el torneo, pues el 'Piojo? no se pone límites. Lo quiere todo. "La idea es ganar la Copa América", repite Herrera, quien ya estuvo a punto de conquistar el galardón en su época de jugador.

- Espina clavada -

Hace ya 22 años, en Ecuador-1993, Miguel Herrera fue parte de la selección mexicana que jugó la Copa América por primera vez. Ubicado en la lateral izquierdo del 'Tri', el 'Colorado' alineó en el histórico partido de debut en el torneo de la CONMEBOL ante Colombia, el 16 de junio de 1993 en Machala.

Herrera jugó tres partidos más en Ecuador-1993, pero no estuvo en la final perdida ante Argentina. Aun así, fue parte de un subcampeonato muy valorado en México hoy día. "Éramos un equipo con mucha personalidad y con las ideas claras", recuerda.

Herrera fue futbolista siete años más. Se retiró en 2000 y en 2002 comenzó su etapa como director técnico. Le costó mucho trabajo ser campeón: perdió dos finales al frente del Monterrey (en el Apertura-2004 y en el Apertura-2005) y sufrió un descenso con el Veracruz (2008). Pero su estilo de juego descarado y sin complejos, de mucha llegada por los costados, le permitió llegar al América, uno de los equipos más populares de México, al que coronó en el Clausura-2013.

Luego, convertido en el técnico de moda de la liga azteca, 'el Piojo' fue llamado por la selección mexicana para asegurar el boleto para Brasil-2014 en la humillante repesca que tuvo que disputar contra Nueva Zelanda.

Un año después del Mundial, Herrera sigue escribiendo sus historias. En la profesional, buscará que la Copa América de Chile sea su primer título con el 'Tricolor'; en la personal, se le viene un nuevo debut. "Mi hija (Tamara), la más grande, me va a dar la felicidad de ya ser abuelo. Esperamos que sea hasta agosto, que se aguante un poquito, porque tenemos la concentración hasta el 26 de julio", dice un 'Piojo' ilusionado con el bebé, aunque antes habrá que hacerle frente a la Copa América y de inmediato a la Copa Oro.