Increíble! Somos hechos de la misma materia de los sueños, decía sabiamente Shakespeare. Hace poco recibí un email de una buena amiga, que me impactó muchísimo y que quiero compartirlo hoy con ustedes. Como sobreviviente de cáncer, me he visto en la necesidad de concientizarme sobre la realidad: No tengo otro cuerpo más que éste y debo cuidar de él!

Nuestras células están constantemente modificándose al observar lo que sentimos y pensamos, por ejemplo; quién está deprimido proyecta tristeza por todas partes de su cuerpo. La producción de neurotransmisores (sustancias químicas que modifican o provocan impulsos nerviosos) a partir del cerebro, se alteran y el nivel de hormonas varía. Las plaquetas sanguíneas se tornan más viscosas y más propensas a formar grumos y hasta las lágrimas contienen trazos químicos diferentes a las de las lágrimas de alegría!! Quién lo creyera!!

Los pensamientos y los sentimientos que producen paz, felicidad y bienestar; traen consigo equilibrio al cuerpo y aun retardan el envejecimiento

Por el contrario, los pensamientos y los sentimientos que producen paz, felicidad y bienestar; traen consigo equilibrio al cuerpo y aun retardan el envejecimiento.

Todo esto nos hace confirmar la gran necesidad que tenemos de usar nuestra conciencia para crear los cuerpos que realmente queremos y necesitamos.

La buena alimentación es indispensable, el ejercicio, la medicina... pero esto no es todo. Dios nos ha dado la capacidad de escoger entre lo bueno y lo malo, y decidir cada día que anidar en nuestra mente y en nuestro corazón porque ciertamente, comeremos de sus frutos!

La gran necesidad que tenemos de usar nuestra conciencia para crear los cuerpos que realmente queremos y necesitamos