El dueño de un gimnasio en Nueva Jersey (EE UU) insiste en mantener abierto su gimnasio a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades para luchar contra el coronavirus y su empeño en no cerrar ha hecho que ya acumule 1, 2 millones de dólares en multas, casi un millón de euros.

Ian Smith, copropietario de Atilis Gym en la localidad de Bellmawr sigue manteniendo abierto su local a pesar de las normas estatales que limitan la cantidad de personas en los gimnasios y exigen el uso obligatorio de máscaras, dos cosas que ese gimnasio incumple sistemáticamente.

Además de lo ya acumulado, el propio gerente informaba en un vídeo en su cuenta de Instagram de que el municipio le sigue multando con alrededor de 15.000 dólares por día cada día que incumple las normas.

Según el propietario han puesto en marcha "prácticas simples y fáciles de implementar que pusimos en marcha para mitigar la propagación de COVID-19 cumplieron y superaron todos los demás protocolos gubernamentales requeridos", sin especificar cuáles fueron y que no incluyen, por ejemplo, el uso de mascarillas.

"Las pequeñas empresas han sido tomadas como rehenes por motivos políticos", se queja Smith en la cuenta de Instagram del gimnasio.

"Nuestra ciencia es clara", dice el entrenador, que exige que "nuestros representantes electos nos muestren la ciencia en la que se basan para cerrar nuestras empresas y mantenernos aislados".

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